La vivienda se dispara como principal problema de los vascos (58%) y se sitúa en parámetros de 2007

El 42% de la población está preocupada por el mercado laboral y uno de cada cuatro por la Sanidad y la inseguridad ciudadana

Nuevas viviendas en Bilbao
Nuevas viviendas en Bilbao - EUROPA PRESS
Europa Press País Vasco
Publicado: viernes, 5 diciembre 2025 13:16

BILBAO, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -

La vivienda se dispara como principal problema de los vascos (58%) y se sitúa en parámetros de 2007 cuando estalló la burbuja inmobiliaria. Además, el 42% de la población está preocupada por el mercado laboral y uno de cada cuatro por la Sanidad y la inseguridad ciudadana, según los datos del sociómetro elaborado por el Gobierno Vasco.

El sondeo se ha elaborado a partir de 3.030 encuestas telefónicas realizadas entre los días 11 y 14 del pasado mes de noviembre entre 730 ciudadanos en Álava, 1.315 en Bizkaia y 985 en Gipuzkoa.

El sociómetro refleja que el 66% de los vascos considera que la situación política en Euskadi es buena o muy buena, mientras que solo el 18% opina lo mismo sobre el Estado español. Desde 2023 ha aumentado la percepción de que la situación política estatal es mala o muy mala, aunque entre junio y noviembre de 2025 la percepción ha mejorado cuatro puntos y esa tendencia parece haberse frenado.

En relación con la situación económica, el 72% valora positivamente la situación de la economía vasca, frente al 37% en el caso de la española. Sin embargo, la percepción sobre ambas economías ha empeorado notablemente en comparación con el anterior Sociómetro Vasco de julio.

Entre los principales problemas sociales que existen en Euskadi, la preocupación por la vivienda sigue creciendo rápidamente y se consolida como el principal problema social, aumentando la distancia respecto a otros. Este problema preocupa al 58% de la población, un nivel que no se veía desde 2007, en plena burbuja inmobiliaria.

Además, el 42% está preocupado por cuestiones relacionadas con el mercado laboral, mientras que una de cada cuatro personas menciona la inseguridad ciudadana y el sistema sanitario.

La inmigración y los problemas relacionados -incluido racismo y xenofobia-, así como los problemas económicos, son otros de los problemas sociales que pone de relieve la ciudadanía vasca. Entre todos ellos, la preocupación por la vivienda y la inseguridad ciudadana son las que más crecen.

VALORACIÓN DE LA SITUACIÓN PERSONAL

En cuanto a los problemas personales que más afectan a la vida diaria de la ciudadanía vasca, los más importantes son los relacionados con el mercado laboral (24%), los problemas económicos (24%), la vivienda (23%), la sanidad (19%) y la inseguridad ciudadana (17%).

En los últimos meses han aumentado especialmente las preocupaciones por la vivienda y la inseguridad. Otros problemas personales mencionados por la población son las infraestructuras y el transporte, el funcionamiento y cobertura de los servicios públicos o la salud personal.

La población de Euskadi muestra un alto nivel de satisfacción con su vida familiar (8,4 puntos sobre diez) y con sus amistades (8,1). También puntúa entre 7 y 8 su vivienda, sus relaciones sentimentales y/o sexuales, su salud, su tiempo libre y su trabajo.

La satisfacción es menor respecto al dinero disponible cada mes (6,5). Desde 2013, la satisfacción en general ha disminuido un promedio de casi medio punto. Sin embargo, en comparación con 2021, la satisfacción con las relaciones sentimentales y/o sexuales ha aumentado -posiblemente porque en 2021 estaba muy condicionada por la pandemia-, mientras que la satisfacción con las amistades y el tiempo libre se ha mantenido estable.

Aun así, la ciudadanía vasca sitúa su nivel de felicidad en 7,7 puntos sobre diez, el más alto desde 2014 y estable desde 2021. La felicidad está condicionada al nivel de renta y, en ese sentido, las personas desempleadas o de clase social baja presentan niveles de felicidad algo inferiores a la media.

Además, existe correlación entre la felicidad que muestra la ciudadanía y la satisfacción con diversos elementos de la vida, especialmente en el ámbito de las relaciones sentimentales y/o sexuales: a mayor satisfacción con las relaciones, mayor es la felicidad de la ciudadanía.

DESCENDENCIA

En esta ocasión, se ha preguntado a la población de Euskadi cuántos hijos/as le gustaría tener o le habría gustado tener. Solo el 11% afirma que no desea ninguno, mientras que el 44% preferiría tener dos y el 26% tres.

Sin embargo, al preguntar por el número real de descendientes, una de cada tres personas declara no tener hijos/as. En resumen, el 51% de la ciudadanía vasca tiene menos hijos/as de los que le gustaría -un porcentaje que no ha cambiado desde 2016-, mientras que el 44% tiene los que quería.

No se han analizado las razones que explican la diferencia entre el deseo y la realidad reproductiva, pero sí se ha preguntado a la ciudadanía por su visión sobre el futuro de la población más joven.

El 69% cree que tendrán un futuro más difícil -la cifra más alta desde 2016-, mientras que solo el 9% piensa que lo tendrán más fácil que las generaciones anteriores. En apenas un año, este último porcentaje se ha reducido a la mitad.

Esta percepción se refleja también en la escasa confianza de la población ante el futuro: el 52% tiene poca o ninguna confianza -frente al 25% en 2021-, el 32% tiene bastante confianza y solo el 14% mucha confianza. La población más joven es algo más optimista ante el futuro que el resto, algo que también sucede entre quienes tienen estudios universitarios, conocimiento de euskera y/o se definen como de clase social alta.

CREENCIAS RELIGIOSAS

Sobre las creencias religiosas de la población de Euskadi, el 45% de la población se considera creyente, aunque dos de cada tres no practican su religión. Entre el resto de la ciudadanía, un 18% se declara atea, un 15% muestra indiferencia hacia la religión, un 12% se identifica como agnóstica y un 9% afirma no tener religión, aunque se considera espiritual.

Dentro del grupo de creyentes, el catolicismo es la religión predominante: cuatro de cada cinco son católicos (82%). Las principales religiones minoritarias son el islam, que representa el 5% de los creyentes, y el evangelismo, con un 4%.

Entre la población extranjera, un tercio se define como creyente practicante, otro tercio como creyente no practicante y el resto no es creyente. Dentro de la población extranjera creyente, más de la mitad se identifica con el catolicismo (55%), el 21% con el islam y otro 12% con el evangelismo.

Contador

Últimas noticias sobre estos temas

Contenido patrocinado