BADAJOZ, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El salón de plenos de la Diputación de Badajoz acogió ayer por la tarde la presentación y el estreno del documental 'Los refugiados de Barrancos', producido y dirigido por la Asociación Cultural "Morrimer" de Llerena.
El acto, organizado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura con la colaboración de la institución provincial, fijó la fecha del 10 de diciembre coincidiendo con el 60º aniversario de la promulgación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, como homenaje y memoria a aquellos refugiados extremeños que huyeron de la represión franquista en septiembre de 1936.
Y de eso precisamente trata el documental, "de una historia conmovedora que gira en torno a la vida de un militar que salvó a más de mil extremeños, el teniente portugués António Augusto de Seixas", según resumió Ángel Hernández, codirector del trabajo junto a Antonio Navarro, Fernando Ramos, Paco Freire y Pedro J. Martín.
Con guión de propio Hernández y el asesoramiento de los historiadores Francisco Espinosa, José Mª Lama y Dulce Simôes, el documental refleja la actuación del teniente con el millar sobrado de republicanos que a finales de agosto de 1936 llegan a la localidad lusa de Barrancos huyendo de la represión ejercida por las patrullas paramilitares falangistas y por las tropas del teniente coronel Yagüe, según informó la Diputación pacense en nota de prensa.
Provienen en su mayoría de Jerez de los Caballeros, Oliva de la Frontera y Villanueva del Fresno. Seixas habilita un campo de refugiados en la finca barranqueña de Coitadinhas, donde se instalan 773 huidos. Como el número de desplazados aumenta, el teniente crea un nuevo campo de concentración clandestino en la finca de Russianas para acoger a cerca de 300 extremeños.
Tal como expresó el presidente de la Diputación, "el teniente portugués Seixas hizo honor a su condición y a su origen. A su condición, porque aún en tiempos de guerra están vigentes los derechos humanos. Y a su origen, pues entre Portugal y España ha habido, a pesar de todos los pesares, una relación humana de buena vecindad. Seixas consiguió salvar a muchos refugiados españoles que huían de la que tomó a sangre y fuego una parte importante de la provincia y la propia ciudad de Badajoz".
La humanidad del teniente António Seixas lo convertirá en un héroe, de hecho se le aplicó posteriormente el apelativo del Schindler portugués al salvar la vida de los centenares de extremeños y andaluces que recalaron en Barrancos y que fueron alimentados gracias a los donativos de sus vecinos, un Schindler con una gran diferencia respecto al original ya que nunca se benefició de los refugiados.
Posteriormente son conducidos en furgonetas al barco que partió a Tarragona desde el puerto de Lisboa. La heroicidad de Seixas le pasaría factura. Dulce Simôes considera el de Barrancos "un acontecimiento singular en un contexto conturbador en el que un hombre, el teniente Seixas, contraviniendo las órdenes de Salazar, sigue los dictados que le marca su propia conciencia".
Por estos hechos, el teniente fue castigado con dos meses de inactividad y obligado a pasar a la reserva. Desaparecido Seixas, los extremeños huidos que cruzaban la frontera portuguesa de Barrancos eran devueltos a España.
José Manuel Corbacho explicó en su intervención que en 1936 existían tratados internacionales, como la Convención de Ginebra, que configuraban los derechos de las gentes, derechos que se contravenían continuamente. Respecto a los sucesos de Barrancos, expresó su convencimiento de que "en circunstancias especiales surgen también personas especiales, como el teniente Seixas y muchos vecinos de Barrancos que prestaron su ayuda a la marea humana que llegó desde Extremadura y Andalucía".
NUTRIDA ASISTENCIA
Junto a Valentín Cortés asistieron al estreno la diputada-delegada de la Imprenta Provincial y concejal de Oliva de la Frontera, Francisca Teodoro Hernández, el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, José Manuel Corbacho, la antropóloga e historiadora portuguesa, Dulce Simôes, los directores y responsables del documental y la Asociación "Morrimer, distintas personalidades, ediles, historiadores y periodistas de ambos lados de la raya.
Además, asistió un nutrido grupo de vecinos de los municipios afectados por la represión, entre ellos varios refugiados sobrevivientes de Barrancos, como el badajocense Rafael Caraballo, los paisanos de Villanueva del Fresno, Eladio y Manuela Martín, y los de Oliva de la Frontera, Francisco Moreno y Manuel Méndez. Estuvieron también presentes el alcalde de Barrancos, Antonio Durao, y varios concejales del ayuntamiento pacense, como Celestino Vegas.
