MÉRIDA, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El gobierno municipal de Mérida dijo hoy que el PSOE local se ha convertido en una "franquicia" de la Junta, y que su candidato a la alcaldía, Ángel Cálle, está "desaparecido", en alusión a que fue la portavoz de la ejecutiva socialista, Ascensión Murillo, quien compareció hoy en rueda de prensa para criticar diversos aspectos de su gestión.
En comunicado de prensa, el Ayuntamiento de Mérida insistió, en respuesta a las declaraciones de Murillo, en que los costes del boletín municipal son "mínimos" y su información "no confunde a nadie".
De esta forma respondió el consistorio a Murillo, quien aseguró hoy que el equipo de gobierno está utilizando la imagen del ayuntamiento para promocionar a la candidata municipal del PP, entre otros, con la publicación municipal.
Al respecto, el gobierno municipal explicó que dicho boletín se realiza con costes "mínimos" y replicó a la portavoz socialista el gasto de "60.000 euros diarios" que, dice el equipo municipal, la Junta de Extremadura emplea en publicidad.
CRECIMIENTO
En su nota de prensa, el gobierno local también invita a la representante socialista que observe el "crecimiento" experimentado por la ciudad en los últimos años.
Así mismo, le sugiere a Murillo a que se refiera al dinero "ahorrado" por el ayuntamiento a través de su gestión en empleo así como en la inversión de los fondos que recibe del Estado o de la Unión Europea, en contraposición a la Junta, de la que dice "debe devolver dinero sin gastar por su ineficiencia".
El gobierno municipal realiza en su nota estas alusiones directamente a Ascensión Murillo, porque, apostilla, el candidato de su partido a la alcaldía, Ángel Calle, está "desaparecido".
Asimismo, el consistorio lamentó que el PSOE "se haya convertido en una franquicia" de las instituciones regionales, en alusión a la Junta, y calificó la figura de Ángel Calle dentro de esta formación de "prescindible", como demuestra que sea Murillo quien comparezca ante los medios.
Finalmente, se refirió a la utilización del logo del Festival de Teatro Clásico por parte de los socialistas, a los que critica por haberlo hecho con fines "partidistas y manipuladores".