Innova.- La firma gallega Solar PST, que usa el calor del ambiente para calentar agua, prepara su expansión a 16 países

Actualizado: jueves, 16 octubre 2008 19:35

A CORUÑA, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

La empresa gallega Solar PST, la única que utiliza el calor del ambiente que desprenden el sol, la lluvia y el viento, para generar energía solar y calentar el agua hasta los 52 grados, prepara su expansión internacional a 16 países.

Según explicó el director ejecutivo de la empresa, Pablo Fernández Llavero, su secreto radica en que son capaces de calentar el agua por sí mismas aunque esté nublado o sea de noche sin la utilización de gasoil, siempre que la temperatura ambiente supere los cero grados. "Las placas son muy ligeras y no tienen agua dentro, sino un líquido refrigerante que se convierte en gas que, al comprimirse, produce calor", apuntó.

La empresa gallega ha aumentado rápidamente su volumen de negocio, que en la actualidad se sitúa en los 3,5 millones de euros, y presencia internacional, por el momento en diez países, gracias a que son la única empresa que fabrica placas de estas características, y a que cuentan con subvenciones de la Consellería de Industria, de entre un diez y un treinta por ciento del coste total, en función del proyecto.

"Las oportunidades de estas placas tiene que ver con el encarecimiento de los combustibles fósiles como el gasoil, que el mercado de energías limpias se encuentra en plena expansión, y que el marco que lo regula es muy favorable porque contamos con apoyos oficiales de la Xunta y de varios países", explicó.

A finales de año prevén estar presentes en Portugal, Francia, Bélgica, Rumanía, Dinamarca, Italia, Grecia, Turquía, Chile, Miami, Irlanda, Reino Unido, Alemania, Argentina, Méjico y Canadá, en un proyecto de crecimiento que en 2013 les suponga una facturación que supere los 22 millones de euros, de los que cerca de once corresponderían a exportaciones.

Su estrategia de exportación se dirige al canal de colectividades, como hoteles o colegios; al canal doméstico, para calentar el agua de piscinas, duchas o del fregadero; y un tercer nicho centrado en el sector industrial, en las piscifactorías. "Es muy caro calentar agua salada con gasoil y con esta técnica se abaratan costes sustancialmente", señaló.

Se trata de una tecnología que necesita una inversión elevada en un primer momento, pero que reduce las facturas tanto de calefacción, como de agua. Además, el periodo medio de amortización de la inversión se sitúa en cuatro años para el calentamiento de piscinas, en cinco o seis cuando sólo se usa para el agua caliente y asciende hasta los ocho para el uso exclusivo como calefacción.