El 20% de los gallegos con mayores ingresos cuadriplican la renta del 20% más pobres

Actualizado: jueves, 11 enero 2007 12:26

Unas 400.000 personas que residen en más de 130.000 hogares viven con ingresos por debajo del umbral de la pobreza

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

El 20% de los gallegos con mayores ingresos cuadriplican la renta del 20% más pobres, unos datos que definen la desigualdad que existe en esta comunidad autónoma y que se recogen en el libro 'La distribución de la renta en Galicia, publicado por el Centro de Investigación Económica y Financiera (CIEF) de Caixa Galicia y que se presenta hoy en Santiago de Compostela.

Así, los ingresos per cápita de los hogares gallegos en 2004 ascendieron a 561 euros, pero varían desde los escasos 500 de las áreas comarcales de A Coruña Oriental y Occidental, Resto de Ourense o Lugo Sur, hasta los 600 o más en la mayoría de las comarcas urbanas, llegando a su valor más alto en la de Lugo (643 euros).

Una característica esencial de la población gallega es su excesivo envejecimiento, pues un 21% tiene más de 65 años de edad y supera el 30% en las comarcas que integran las áreas de Lugo Sur y Resto de Ourense, mientras que se sitúa en la escala más europea en las comarcas de Vigo o Santiago (15-16%).

Una consecuencia de esto es que en las comarcas rurales hasta el 38% de los ingresos de los hogares proceden de las pensiones, como es el caso de los de Lugo Sur y Resto de Ourense, situándose por encima del 30% en todos los casos de áreas no urbanas, excepto en las franjas occidentales de las provincias de Pontevedra y A Coruña (21% y 26%, respectivamente).

RECONVERSION FERROLANA

Mientras, estos porcentajes bajan hasta el 16% y 17%, respectivamente, en las comarcas de Santiago y de Vigo, o hasta el 20-26% en las de A Coruña, Lugo y Ourense, quedando sólo con nivel comparable al de las áreas rurales la comarca de Ferrol, con un 31%, consecuencia más que probable del complicado proceso de reconversión industrial.

En las áreas rurales también se constata una mayor participación de los ingresos del trabajo realizado por cuenta propia sobre el total de ingresos del hogar debido a la importancia de las actividades agroganaderas y pesqueras, llegando al 22-23% de ingresos en las comarcas de las áreas Occidente y Oriental de Pontevedra, y las áreas de Lugo Norte y Sur, aunque en la de la capital de la provincia también alcanza un respetable 19%. En el resto de comarcas urbanas se sitúa entre el 8% de la de Ferrol y el 14% de la de Pontevedra.

Por el contrario, mientras que el trabajo por cuenta ajena es fuente de más de dos tercios de los ingresos de los hogares de las comarcas de Vigo y Santiago, y de cerca del 60% en el resto de comarcas urbanas, apenas es responsable de un tercio de los ingresos en el área de Lugo Sur, superando por poco la cuota del 40% en Lugo Norte y en el Resto de Ourense.

La diversidad socioeconómica en Galicia se traslada también al nivel educativo, pues mientras que el 30% de la población entre 25 y 64 años de edad tiene estudios universitarios en la comarca de Santiago, y más del 20% en las de Lugo y A Coruña, apenas el 7% llega a este nivel educativo en las áreas de Lugo Norte y Pontevedra Oriental, sin llegar tampoco al 10% en el resto de áreas rurales.

CASI 15% POR DEBAJO DEL UMBRAL DE LA POBREZA

Por otra parte, según los criterios de la Unión Europea aprobados en la Cumbre de Laeken (Bélgica) en 2001, la incidencia de la pobreza en Galicia presenta en los comienzos del Siglo XXI una clara persistencia alrededor del 14-15% de la población, lo que se traduce en que en la actualidad unas 400.000 personas que residen en más de 130.000 hogares tendrían unos ingresos por debajo del umbral de la pobreza.

Así, se confirma la continuación de un proceso de estancamiento de los niveles de incidencia de la pobreza que ya había sido detectado en la década de los años 90 y que contrasta con la reducción de la pobreza monetaria en las dos décadas precedentes.

La pobreza muestra una incidencia más elevada en las zonas rurales, donde la tasa se sitúa en torno a un 17%, contra el 11-12% de promedio en los siete mayores ayuntamientos de la Comunidad gallega.

Todas estas cifras concluyen que esta comunidad persiste en una profunda brecha que divide una Galicia dinámica, urbana, más vinculada a la industria y a los servicios, con mayores tasas de actividad, consecuentemente con un mayor peso de las rentas del trabajo asalariado y claramente basculada al transcurrir de la Autopista del Atlántico; frente a otra Galicia más rural, más homogénea pero más pobre, más envejecida y en retroceso demográfico, altamente dependiente de las prestaciones sociales y de las rentas procedentes del trabajo ejercido por cuenta propia en actividades del sector primario.