El cabeza de lista del PP en Salceda de Caselas cedió la mayoría absoluta tras 31 años en la alcaldía
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 28 May. (EUROPA PRESS) -
Los siete alcaldes gallegos que llevaban en el poder desde antes de la aprobación de la Constitución Española y que ayer se presentaron a la reelección perdieron concejales en sus ayuntamientos, aunque sólo uno no fue capaz de renovar su mandato, el cabeza de lista del PP en Salceda de Caselas, José Manuel Fernández Rodríguez.
Fernández Rodríguez accedió a la alcaldía de este municipio pontevedrés en 1976, un año después de la muerte de Franco. El candidato popular no logró ayer revalidar la mayoría absoluta al perder tres de los ocho concejales de que disponía, mientras que el PSOE subió de uno a dos y el BNG asumirá la alcaldía si se consuman los pactos con los socialistas, al pasar de cuatro a seis ediles.
El ya alcalde en funciones fue el único de los siete regidores gallegos que llevaban en el cargo desde antes de 1978 que no consiguió mantenerse en el poder, aunque todos ellos sufrieron un desgaste que conllevó la pérdida de ediles para la formación a la que pertenecen, que en todos los casos es el PP.
El más antiguo de todos es el del municipio ourensano de Cenlle, Manuel García Montero, que mantiene una mayoría holgada en la corporación local, con seis de los nueve concejales que la forman. De todas formas, pierde un edil con respecto a los anteriores comicios municipales, que gana el PSdeG.
INCREMENTO SOCIALISTA
Mayor aún es el descenso de apoyos para el regidor de Vilamartín (Ourense), Manuel Candal, que baja de 10 a seis concejales, que aún son mayoría frente al edil del BNG y a los cuatro del PSdeG, que antes no tenía representación en el ayuntamiento.
Similar situación se dio en el ayuntamiento ourensano de Ramirás, donde repetirá la única alcaldesa gallega que lo es desde la época preconstitucional, María Pilar Otilia López García. La regidora bajó de ocho a seis concejales y a punto estuvo de perder el bastón de mando a manos del PSOE, que pasó de uno a cinco escaños a costa del BNG, que perdió los dos ediles que le representaban en el ayuntamiento.
El último de los municipios ourensanos en parecida tesitura es el de Beade, aunque el cabeza de lista del PP, Senén Pousa, que gobierna desde 1974, sólo perdió uno de los seis concejales que tenía, que fue a parar al PSOE, que pasa a dos, mientras que los nacionalistas se vuelven a quedar sin representación en la corporación local.
También en el ayuntamiento pontevedrés de A Cañiza repetirá el popular César José Mera Rodríguez, que pasa de nueve a ocho concejales y que contará como única oposición con los cinco ediles del PSdeG. En Covelo, José Costa, en el poder desde 1976, gobernará con siete ediles, uno menos que la anterior legislatura. En este caso, el PSdeG se queda con sólo uno y es el BNG el que sube hasta los tres concejales.
OTRAS FORMACIONES
La dinámica de pérdida de votos y concejales entre los alcaldes más veteranos también se da en otras formaciones. Así, los tres regidores que no son del PP de los 21 que gobiernan desde los primeros comicios municipales, en 1979, también han visto reducidos sus apoyos electorales.
De hecho, el hasta ahora regidor de Fene, el nacionalista Xosé María Rivera Arnoso, deja de ser el más votado en el municipio, donde gobernaba con siete concejales, por cinco del PSOE, cuatro del PP y un independiente. En esta ocasión, los socialistas lograron siete ediles, recogiendo los dos que perdió el BNG.
En Redondela, el socialista Xaime Rey mantiene los ocho concejales que tenía, aunque pierde en votos y deja de ser la fuerza más votada en favor del PP, por lo que dependerá de los pactos con los tres concejales del BNG para lograr la mayoría absoluta necesaria para renovar la alcaldía.
Finalmente está el caso del independiente José Luis García, que gobernaba Brión con nueve de los 13 concejales del municipio y que ayer logró alcanzar ocho ediles, aunque en esta ocasión concurrió en las listas del PSdeG, en una candidatura integrada en su totalidad por independientes.
