Admite "cierto grado de disputa" con su socio en la campaña, pero precisa que por su parte fueron "episodios puntuales" ya "cerrados"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 24 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Xunta y secretario general del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, avanzó hoy que las coaliciones con el BNG para gobernar en los consistorios en los que los resultados lo exijan tras las elecciones del domingo "se formularán dependiendo de lo que se vote en cada ayuntamiento", puesto que la cita del 27 de mayo es en clave municipal y no implica necesariamente trasladar el pacto autonómico.
En la rueda de prensa posterior al Consello, el único celebrado durante el periodo de campaña, puesto que el pasado jueves fue día festivo en toda Galicia por la celebración del Día das Letras Galegas, Touriño rechazó la obligación de reeditar el documento que firmó en junio de 2003 con el por entonces coordinador de la Executiva del BNG y actual vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, para establecer alianzas post electorales en las localidades en las que las urnas abrieron esta posibilidad.
Para el dirigente socialista, "en línea con la coherencia, las municipales son en cada ayuntamiento y para lo que se presenta uno es para ser alcalde". Por ello, abogó por "respetar escrupulosamente la voluntad de los electores" y añadió que, pese a que socialistas y nacionalistas estén coaligados desde agosto de 2005 en la Xunta, "en este caso no se está hablando de una comunidad, sino de los ayuntamientos".
En consecuencia, insistió en que a partir de la cita del próximo 27 "los acuerdos deberán formularse dependiendo de lo que se vote en cada uno" de los ayuntamientos y, por tanto, advirtió de la necesidad de "interpretar fielmente" la decisión de los electores y "actuar en consecuencia".
NO NEGOCIAR CON EL PP
Con todo, el mandatario autonómico dejó claro con qué formación los socialistas gallegos no se sentarán a negociar ninguna coalición. "En ningún caso en Galicia vamos a coincidir con el PP", aseveró y arguyó que es así porque se trata de un partido "anclado en el pasado, atenazado en el túnel del tiempo y metiendo al país todos los fantasmas del miedo apelando a catástrofes independientes".
Así, recordó que en las elecciones del 19 de junio de 2005 "Galicia apostó por el cambio" y aseveró que "los que asumieron el compromiso" de materializarlo fueron dos fuerzas políticas que se responsabilizaron de "seguir impulsando la renovación".
Con todo, el presidente reconoció que la campaña de las municipales, la primera que PSdeG y BNG afrontan en el poder de la comunidad, ha suscitado "cierto grado de disputa entre dos partidos que gobiernan juntos", si bien precisó que, en su caso, las "reflexiones críticas" sobre su socio fueron "episodios puntuales" que representan ya "capítulo cerrado".
CRÍTICAS
En este sentido, recordó que los "inusuales" reproches que dedicó al Bloque en la carrera del 27 de mayo se centraron en el regidor de Pontevedra, el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores, a quien advirtió de que "no se puede estar manifestándose sentado en el Gobierno". "Pero me sentí obligado a hacerlo porque es verdad", justificó.
No obstante, mantuvo que la campaña se está desarrollando "en condiciones extraordinariamente razonables" y, pese a que "siempre se produce un cierto grado de disputa entre partidos que gobiernan juntos", insistió en que se trata de "episodios puntuales y cerrados" como, en su opinión, prueban los "acuerdos importantes" aprobados en el Consello de hoy.
