CdC.- La consultora IDOM "cumplió" al "informar" de los "desvios" detectados, como el aumento del 20% en el presupuesto

El BNG apunta la "intromisión" de Pérez Varela para servir a Fraga, mientras PPdeG y PSdeG discrepan sobre si el Guggenheim es "ejemplo"

Europa Press Galicia
Actualizado: viernes, 19 octubre 2007 19:19

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

El responsable de la empresa consultora IDOM, Rafael Espinosa Azofra, afirmó hoy que, a raíz de ser contratada por la Fundación da Cidade da Cultura (CdC), "cumplió" sus funciones de control y supervisión para la coordinación y redacción del proyecto básico del complejo del Gaiás, ya que informó de los "desvíos" detectados, como el aumento del 20% en el presupuesto previsto ya en el año 2002 --equivalente a 52 millones de euros más--.

Rafael Espinosa, quien hoy compareció en la Comisión de Investigación sobre la Cidade da Cultura del Parlamento gallego, expuso que la relación de la consultora con el proyecto se desarrolló entre 2000 y 2002, pero no entró a valorar, como le demandaron BNG y PSdeG, ni las relaciones que hubo con la Xunta, a través de la Fundación creada para el complejo, ni con el arquitecto Peter Eisenman y su equipo.

Ante los integrantes de la comisión, el responsable de IDOM expuso que la empresa quiso optar al concurso de ideas para el diseño arquitectónico, pero que su propuesta "no resultó elegida" para participar. Así, confirmó que, finalmente, la empresa desarrolló bajo criterios profesionales y con "una rigurosa metodológica de análisis" la supervisión y control de los trabajos del equipo redactor del proyecto básico, entre 2000 y 2002. En el último año, "de muto acuerdo" se decidió la resolución del contrato que inicialmente estaba previsto que iba a durar 12 meses --según el pliego del concurso-- y, por una ampliación se había fijado en 26 meses.

El responsable de la consultora detalló que la finalización del contrato se acordó para el 31 de julio de 2002, cuando inicialmente estaba prevista para el 15 de noviembre de ese año, y argumentó que se debió "a la imposibilidad" de realizar los correspondientes trabajos por ausencia del proyecto. También expuso que IDOM optó a la asistencia técnica del proyecto de ejecución y obra facultativa que finalmente ganó la UTE Andrés Perea-Euroestudios. Sobre esta cuestión, Rafael Espinosa opinó que se debió a que la oferta ganada presentaba un mayor porcentaje a la baja del presupuesto fijada por el concurso.

UNA DOCENA DE DOCUMENTOS AL MES

En cuanto al trabajo de consultoría realizado entre 2000 y 2002, detalló que se realizaron más de 250 documentos, entre informes y actas de reuniones, con una media de 12 informes técnicos al mes y la existencia de 1.000 cartas entre IDOM y los agentes implicados en la Cidade da Cultura.

Añadió que "a partir de la documentación disponible, que era la que era en cada momento" la misión fue supervisar y controlar que el equipo redactor del proyecto "cumpliese" los objetivos de "calidad, plazos y presupuestos" fijados por la Fundación da Cidade da Cultura. Afirmó que IDOM "cumplió informando puntualmente de las desviaciones que se detectaron" y ayudando a que los objetivos se cumpliesen".

"Detectamos desviaciones y en algunos casos colaboramos para corregir presupuestos", aseveró. En sus intervenciones, insistió en que se "cumplió" al informar tanto de los "retrasos" de plazos, como de la "indefinición técnica" como de "dificultades" en el proyecto básico y de "problemas presupuestarios".

En concreto, el responsable de IDOM "suscribió" los informes que reflejan que había una "desviación del 20%" en el presupuesto previsto para el proyecto. En concreto, según recordaron desde el BNG y el PSdeG, los documentos apuntan a que el presupuesto pasó de 108 millones de euros previstos en 2000 a los 160 en 2002, cuando la consultora se desvinculó de la Cidade da Cultura y, posteriormente, aumentaron en dos años a 373 millones.

El responsable de la empresa consultora también constató "las dificultades" para llegar a un proyecto básico del complejo con los "estándares europeos", ya que reconoció que el equipo de Peter Eisenman facilitaba un tipo de información "que es más propia" de la cultura arquitectónica norteamericana.

AUMENTO PRESUPUESTARIO

Tanto el portavoz del BNG, Carlos Aymerich, como el del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga, hicieron mención en sus intervenciones al incremento del presupuesto previsto para la Cidade da Cultura, cifrado en más del 20%, y preguntaron sobre el origen del mismo.

Aymerich se mostró interesado en conocer si la consultora padeció la "intromisión e influencia" de la Fundación da Cidade da Cultura y, en concreto, si su presidente y entonces conselleiro de Cultura, Jesús Pérez Varela, "no disparó el coste". También habló de "relaciones tormentosas" entre IDOM y Peter Eisenman y su equipo.

Para el diputado nacionalista, sí existió una "intromisión continua" que atribuyó a Pérez Varela por "interpretar en su beneficio" la "voluntad" del presidente de la Xunta, Manuel Fraga. Al respecto, recurrió a la documentación existente para afirmar el interés del conselleiro por ampliar la superficie del complejo y pedir "más volúmenes, más espectacularidad, más, más y más, sin criterio o con uno bastante hortera".

Por su parte, Leiceaga manifestó que se nota que cuando IDOM no participa en la Cidade da Cultura "el control presupuestario desaparece". Asimismo, se interesó por saber "en qué medida" se puede "imputar" a Eisenman, a las "indefiniciones" del proyecto y a las "interferencias de distintas esferas" el incremento del presupuesto.

INFORME SOBRE EL GUGGENHEIM

Como viene siendo habitual en las intervenciones del diputado Ignacio López-Chavez como portavoz del PP en esta comisión, en su caso orientó el debate al margen de lo expuesto por el compareciente. Así, aprovechó para aludir a un informe del Tribunal de Cuentas del País Vaso que calificó de "demoledor" sobre cómo se gestionó la construcción y gestión del Museo Guggenheim de Bilbao.

Según López-Chávez, ese documento fiscalizador detectó diferentes irregularidades, como que el museo se inauguró, hace hoy diez años, sin licencia de primer ocupación, se eligió al arquitecto sin criterio o que las obras de arte se adquirieron sin supervisión técnica que las garantizase y otras.

"Hoy es un éxito y está amortizado", dijo, al tiempo que constató que "mientras allí no pasó nada" con el informe del Tribunal de Contas, en el caso de la Cidade da Cultura un informe del Consello de Contas "que siguió el trámite habitual" y no llegó a la Fiscalía "abrió el debate". "Aquí el problema es la gaiasfobia", aseveró.

Por contra, Leiceaga (PSdeG) volvió hoy a poner como ejemplo al Guggenheim respecto al control realizado sobre las obras y recordó que fue IDOM quien se encargó de ello, aunque con más competencias "para tomar decisiones sobre el diseño" que las que tenía en el caso de la Cidade da Cultura y "evitar que se sobrepasase el presupuesto".

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