SANTIAGO DE COMPOSTELA, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, declaró hoy que la supresión del Impuesto de Patrimonio comprometido por José Luis Rodríguez Zapatero si se mantiene en La Moncloa permitirá "armonizar" el sistema fiscal español con el contexto comunitario y ganar competitividad, si bien subrayó que la medida debe llevar aparejadas "compensaciones" para las comunidades autónomas.
En la rueda de prensa posterior al Consello, celebrado de forma extraordinaria en el Parlamento por su coincidencia con el Pleno de la Cámara, Touriño declaró que el anuncio de Zapatero "va en la línea" de lo apuntado ya previamente por el bipartito, que mantenía que, "en clave de armonización", este tributo está "destinado a desaparecer".
Por ello, rechazó que "no sea una medida de progreso" --"al contrario", enfatizó--, puesto que, en el marco de una economía globalizada en la que se ha ido suprimiendo, España "no puede quedar fuera". De igual modo, apuntó que, en el propio ámbito interno, permitirá poner "determinados límites" a la "guerra de competitividad fiscal" en la que, en su opinión, han entrado las comunidades y el propio Estado.
Touriño recordó que el pasado mes del julio ya había trasladado este posicionamiento al vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, a quien propuso la supresión de este impuesto "si se compensa a las autonomías", si bien Solbes, "lógicamente, no era partidario en exceso. "Cada uno vela por lo suyo", aseveró, en relación a la cuestionable "generosidad" del ministro en esta materia.
POSICIÓN CONFIRMADA.
Sin embargo, celebró que, finalmente, Zapatero haya "confirmado la posición" de la Xunta y esté dispuesto a eliminar el canon de Patrimonio "compensando a las comunidades". Según él, esta apuesta "mejora" la situación de Galicia tanto en presión fiscal como en los resultados que los mecanismos de compensación entrañarán para su economía. "Desde la perspectiva fiscal gallega es positiva", ratificó.
Así, se mostró convencido de que esta decisión permitirá "avanzar en un nivel de armonización relevante" en otras medidas tributarias e insistió en que, "si en Europa desaparece, España no puede quedar fuera", al tiempo que advirtió de que, "dentro de España, la guerra de competitividad fiscal debe tener determinados límites".
Además, recordó que el mínimo exento está fijado en 108.200 euros, una cantidad que lleva a que, "hoy en día, cualquier familia media con una vivienda en propiedad" en una ciudad tenga que abonarlo. Por ello, recalcó que "parece obligado revisar" el tributo y "armonizar" el sistema en su conjunto: "Pero desde una perspectiva de Galicia, supone una mejora en nuestra posición económica y se establecen compensaciones exactas por lo que establecen los ciudadanos".