Un curso de la USC analizará el asociacionismo agrario y sus variantes regionales en España entre 1874 y 1939

Actualizado: jueves, 11 junio 2009 22:05

Su director dice que el mundo agrario tiene hoy más "influencia" ante los gobiernos que cuando suponía el 80% de la población

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un curso organizado por la USC y las fundaciones Luis Tilve y Pablo Iglesias analizará el asociacionismo agrario y sus variantes regionales en España entre 1874 y 1939 bajo el enfoque de la historia política, agraria, económica, social y cultural, en un periodo marcado por la aparición de la sociedad de masas, la alfabetización, la prensa popular, el sufragio femenino y las diferentes corrientes ideológicas.

Así lo explicó el responsable del comité director de estas jornadas, el profesor de Historia Contemporánea de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) Miguel Cabo, en la presentación de 'Entre la revolución y la reforma: Cuestión Agraria y asociacionismo rural 1874-1939', que se celebrará entre el 1 y 4 de julio en el Consello da Cultura Galega.

Así, contrapuso la actual imagen del sector agrario, de peso "residual", "en decadencia" y "a la defensiva" con "un tiempo no muy lejano" en el que más de la mitad de la población activa --en torno a un 80 por ciento, según precisó-- trabajaba en el campo. A principios del siglo XX aparecen, como expuso, los primeros "rudimentos" de opinión pública y los agricultores "participan, no permanecen aislados".

En el periodo de estudio, la economía está "mundializada" y llega a Europa el trigo y el maíz argentino o la carne americana y australiana, como apuntó. "Ya el mercado agrario mundial sobrepasa las fronteras estatales", relató.

No obstante, Cabo destacó la "paradoja" de que el mundo agrario tenga hoy "más influencia" y capacidad de atraer la "atención" de los poderes públicos --cuando en la UE representa entre el 6 y 7 por ciento de la población activa, mientras que en Galicia ronda el 10 por ciento-- que cuando suponía un 40 o 50 por ciento de la población activa.

Una cuestión que el profesor de Historia Contemporánea de la USC atribuyó a la necesidad de organización de los colectivos profesionales desde obreros a médicos o ingenieros. "Si no se organizan no tienen voz ni voto en las esferas donde se decide", subrayó, para considerar que las actuales organizaciones agrarias "sí supieron estar presentes donde se adoptan esas decisiones".

"Todo el esfuerzo del campesinado a finales del siglo XIX por controlar las instancias externas --ideológicas, fuerza de negociación y mediación en el mercado capitalista, como matizó-- son una lección que vale para los años 1900, 1930 y 2000", concluyó a este respecto.

TRES BLOQUES TEMÁTICOS

Según informó Cabo, el curso de la USC y las fundaciones Luis Tilve y Pablo Iglesias analizarán las variantes de asociacionismo rural que se dieron en España entre finales del siglo XIX y principios del XX.

Asimismo, se estudiará ese asociacionismo rural desde las principales ideologías --"¿Cómo afrontaban las cuestiones relativas a la población rural?"-- vigentes en ese periodo para trasladar la superación de enfoques, a juicio del profesor de la USC, "erróneos". En su opinión, los agricultores no conformaban una masa "que se presta a ser manipulada" o "llevada por caminos que responden a intereses ajenos", sino que existía "negociación entre los intereses del campesinado y los de la ideología".

Un tercer bloque del curso se centrará en enfoques sectoriales con temas transversales como el estudio de la reforma agraria de la II República; la perspectiva de género en relación a las particularidades de la mujer en la sociedad rural; la Iglesia como "fuerza y presencia decisiva" en el mundo rural --"hasta hace muy poco"-- y el contexto económico.

Las ponencias de los investigadores de diversos puntos de España que participarán en el curso se complementarán con debates y mesas redondas. Los expertos nacionales que intervendrán en las jornadas aportan, según afirmó el vicerrector de Política Internacional de la USC, Agustín Medina, un "enorme valor científico, histórico y social" a un curso que, a su juicio, "ayudará a entender el actual panorama de Galicia y el mundo rural".

El presidente de la Fundación Luis Tilve, Jesús Mosquera, señaló que este evento se enmarca en un proyecto de recuperación de la historia de las organizaciones sindicales, y particularmente de las socialistas, en Galicia, que desarrolla esta organización en colaboración con la USC. Así, añadió que el curso abarcará "por primera vez" la dimensión estatal del agrarismo y asociacionismo rural.

"PEDAGOGÍA BRUTAL"

El profesor de Historia Contemporánea vinculó la reducida tendencia asociativa de los agricultores en la actualidad al efecto de la represión franquista tras la Guerra Civil. "Hoy tenemos la idea de que el fuerte del agricultor gallego no es la acción colectiva y que para movilizarlo hay que sudar", admitió, tras ser preguntado sobre esta cuestión.

Así, señaló que mientras en otros países europeos como Dinamarca, Gran Bretaña, Baviera (Alemania) o "cualquier región europea de predominio de la explotación familiar" se registraba una "continuidad" en materia de asociacionismo y cooperativismo. "Todo el esfuerzo colectivo, la formación de cuadros, el aprendizaje de conjunto de la población y la actuación colectiva de las sociedades agrarias coge impulso y mejora hasta la actualidad", expuso.

Por el contrario, tanto en Galicia como en España la dictadura "desmanteló" todas las estructuras asociativas agrarias, a excepción de las sociedades católicas, según mantuvo. "Se perdió un capital humano y físico --maquinaria-- y todo el impulso colectivo construido durante 50 años", defendió.

"Se cortó de manera tajante y dejó una pedagogía brutal en el campo gallego", indicó, para explicar que, por ejemplo, el secretario de una sociedad agraria "se volvió incómodo" y fue "multado, matado o le confiscaron los bienes". Por ello, sostuvo que la sociedad extrajo como lección la importancia de "no destacar, no liderar a los demás".

Todo, pese a que llegó a haber más de 1.000 sociedades agrarias en Galicia, en su mayoría, de carácter parroquial pero también municipales y provinciales cuyas labores abarcaban desde la organización de fiestas, hasta la determinación del calendario agrario o, incluso, cuestiones "como la veda de la almeja en el litoral".

"MALA CONCIENCIA" DE LA SOCIEDAD HOY

Frente a esa organización de las sociedades agrarias entre finales de siglo XIX y principios del XX y pese a la proximidad de los actuales sindicatos a las "esferas de poder", Cabo cree que hay que "recuperar el terreno perdido".

Así, consideró que las organizaciones agrarias aprovechan hoy "en parte" el discurso de los agraristas de principios de siglo al tratar de "aprovecharse" de la "mala conciencia de la sociedad respecto al agricultor "como gallego al 100 por cien, el que mantuvo viva la lengua y la tradición, mantiene el medio, tiene la vinculación más mística con la tierra y el que trabaja".

A su juicio, las organizaciones agrarias insisten a la sociedad en la idea de que "¿cómo va a haber una Galicia sin rural?", como cuestión "inimaginable". "Se puede pensar en una Galicia sin cualquier otra profesión, menos los agricultores porque como decía Otero Pedrayo, un hombre puede olvidar cualquier cosa menos la época de siembra del trigo", concluyó.