PONTEVEDRA, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
Fiscalía y Xunta de Galicia han mantenido su acusación penal contra los tres trabajadores de Brenntag en la última sesión del juicio por el incendio en la planta química de Caldas de Reis (Pontevedra) y el posterior vertido contaminante al río Umia, en un tramo de siete kilómetros.
Resueltas en acuerdo extrajudicial las responsabilidades civiles, al juez le queda ahora dirimir las consecuencias penales derivadas del accidente registrado el 1 de septiembre de 2006. El fiscal pide cuatro meses y medio de prisión para tres trabajadores de la química por un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente por omisión e imprudencia grave.
Al elevar sus conclusiones a definitivas, el fiscal asumió que él mismo tiene "dudas en la interpretación" del decreto sobre almacenamiento de productos químicos. A criterio del fiscal, la obligatoriedad de conectar una toma de tierra en la descarga de estas sustancias altamente inflamables "es una cuestión interpretativa que deberá aclarar el juez", ha indicado.
El fiscal ha reconocido ante el magistrado la existencia de un "vacío legal", de "muchas lagunas". Por ello, al concluir la vista oral, ha comentado ante los medios de comunicación que "después de la práctica de la prueba, claro no quedó nada, sólo que la fábrica explotó y luego contaminó el río". "No me sorprendería una sentencia absolutoria", ha reconocido.
Ha asumido, además, la inexistencia de pruebas contundentes contra los tres acusados, atendiendo al informe de criminalística de la Guardia Civil que señala un "origen fortuito" del incendio con "múltiples causas".
ABOGADOS DE LA DEFENSA
En este sentido, ha coincidido con los abogados de la defensa, que visiblemente satisfechos, han celebrado ante los medios de comunicación que "ha sido positivo" y han reconocido que a las defensas les fue "muy bien que el 'perito estrella' de criminalística de la Guardia Civil dijese que era fortuito". Para los letrados de los tres acusados, cuya minuta asume la empresa Brenntag, fue toda una sorpresa que se mantuviese la acusación penal, aunque no demostraron estar preocupados.
Estos abogados han insistido durante su alegato final en que "el río se curó enseguida, y antes ya estaba muy mal, por lo que el daño no debió ser tan grave". Uno de los letrados ha señalado que el Umia era uno de los ríos más contaminados de Galicia con 180 puntos de vertido registrados. "Y no ha habido ninguna sentencia condenatoria, sólo falta ahora que culpáramos de todo a estos tres hombres", ha argumentado.
Para la defensa, uno de estos vertidos contaminantes corresponde al propio Ayuntamiento de Caldas de Reis, "pero aquí no ha pasado ante el juez ningún responsable", ha apuntado. Incluso una de las abogadas ha expuesto que durante estas cuatro jornadas de juicio la Fiscalía no aportó ningún informe que acredite que los peces murieron por la ingesta del tolueno o de alguno de las restantes sustancias que se vertieron.
Durante el juicio, los informes periciales aportados por Brenntag cuantificaron los daños en algo más de tres millones de euros y la Xunta llegó a un acuerdo extrajudicial por 5,5 millones de indemnización. En la actualidad, ninguno de los tres trabajadores acusados trabaja para Brenntag, uno de ellos, incluso ya está jubilado.