La jueza decreta prisión provisional sin fianza para el joven que reconoció haber matado a su padre en Pontevedra

Actualizado: miércoles, 22 octubre 2008 16:45

Está acusado de un supuesto delito de homicidio y otro de tentativa de homicidio

PONTEVEDRA, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

La jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Pontevedra decretó hoy prisión provisional sin fianza para el joven de 32 años detenido como presunto autor de la muerte de su padre y que reconoció la autoría de los hechos.

Según informaron a Europa Press fuentes judiciales, la jueza dictó prisión provisional sin fianza para J.G.R. por un supuesto delito de homicidio y otro de tentativa de homicidio.

El presunto parricida fue puesto a disposición judicial sobre las 11.00 horas en el Juzgado de Instrucción Número 3, en funciones de guardia, tras prestar declaración ayer en las dependencias de la Comisaría de la Policía Nacional.

J.G.R. se entregó en el cuartel de la Guardia Civil la noche del lunes, donde confesó ser el autor de la muerte de su padre, al que agredió con una barra de hierro, y fue detenido posteriormente por la Policía Nacional.

HECHOS

Los hechos sucedieron pasadas las 23.00 horas del lunes en la parroquia pontevedresa de Alba, donde Juan Galván Magariños, de 65 años de edad, murió tras ser agredido por su hijo con una barra de hierro. El suceso tuvo lugar en el domicilio familiar donde el joven mató a su progenitor, según él mismo admitió tras entregarse voluntariamente en la Comandancia de la Guardia Civil.

Tras agredir al padre, el presunto parricida, que según sus familiares tiene problemas psiquiátricos, salió huyendo del lugar y se subió en un coche con el que se empotró a unos 200 metros contra el muro de una vivienda, cuya inquilina declaró que la intentó arrollar. La mujer sufría dolor en una pierna y fue evacuada al Hospital Montecelo.

El agresor, por su parte, salió huyendo hacia la carretera general, donde paró un vehículo, a cuyo conductor le pidió que lo trasladase a la Comandancia de la Guardia Civil porque se quería entregar tras haber tenido un accidente. En el cuartel confesó el crimen y agentes de la Policía Nacional, encargada de la investigación, lo arrestaron y trasladaron a los calabozos de la Comisaría de Pontevedra.