SANTIAGO DE COMPOSTELA, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los trabajadores de la mina de Serrabal reclamaron hoy al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, que condicione la ampliación de la concesión de la explotación al empresario Juan Miguel Villar Mir a que se mantengan los puestos de trabajo y la actividad, según explicó a Europa Press el representante de UGT, Francisco Blanco.
"Quien tiene que exigir puestos de trabajo es la Administración", advirtió el sindicalista, que reclamó al Ejecutivo gallego que se encargue de velar por el mantenimiento del empleo si está tan convencido de que el paso del trazado del AVE por la mina no hace peligrar los puestos de trabajo.
Francisco Blanco consideró que el presidente de la Xunta pretende que sean los trabajadores quienes exijan a Villar Mir la garantía de puestos de trabajo y, frente a ello, insistió en que debe ser el Gobierno gallego el que se comprometa con la continuidad de los empleos, sea quien sea el propietario de la explotación.
En esa línea, el responsable de UGT defendió la independencia de los trabajadores respecto a Villar Mir, al que Touriño había acusado de tener responsabilidad en las movilizaciones de los empleados, que están bloqueando las obras del AVE al impedir el paso a los topógrafos del Adif (Administrador De Infraestructuras Ferroviarias).
ANTIDISTURBIOS.
También el representante de la CIG, Florentino Castro, destacó que los trabajadores movilizados lo hacen "por iniciativa propia" y explicó que los camiones y máquinas con los que bloquean las obras son propiedad de pequeños empresarios y no de Villar Mir, por lo que si no trabajan no cobran. "No somos sicarios como dice Touriño", enfatizó.
En declaraciones a Europa Press, Castro se mostró muy crítico con el máximo mandatario autonómico y lamentó que se preocupe por el retraso de las obras del AVE en Serrabal y a la vez esté dispuesto a variar el proyecto de entrada en Santiago. "Touriño sabe que el AVE no estará en 2012, se dedica a vender humo", interpretó.
Finalmente, tanto el responsable de UGT como el de la CIG explicaron que el trabajo en la mina se mantiene con normalidad, aunque con puntos continuos de vigilancia para retomar las movilizaciones si vuelven los técnicos del Adif. "Quedan tres o cuatro años de obras y es imposible que los antidisturbios estén aquí tres años", amenazaron al respecto de seguir boicoteando las obras de este tramo de AVE entre Santiago y Ourense.