De los más de 1.000 tripulantes de los casi 60 buques que operan en esas aguas, entre 500 y 800 marineros son gallegos
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los 24 buques cefalopoderos españoles que faenan en aguas de Mauritania iniciaron hoy con incertidumbre su segunda veda biológica de este año, que se prolongará hasta el 1 de noviembre, después de tres meses de actividad en el caladero africano. Los armadores españoles, en su mayoría gallegos, temen que la Comisión Europea decida suspender los acuerdos de colaboración --entre ellos el de pesca-- con este país magrebí tras el golpe de Estado militar del pasado 6 de agosto.
La patronal del sector, representada en su mayoría por la Asociación Nacional de Buques Congeladores de Cefalópodos (Anacef), advirtió hoy de las "serias" consecuencias que provocaría la anulación del acuerdo pesquero entre la UE y Mauritania, renovado este mismo año. El 90 por ciento de la flota autorizada a faenar en sus aguas es de bandera española o de otro país comunitario y capital del Estado.
Así lo afirmó hoy a Europa Press el director gerente de Anacef, José Ramón Fontán, que destacó el "gran esfuerzo" realizado por los armadores, en su mayoría gallegos, para lograr "formalizar este acuerdo", así como el perjuicio que generaría a los intereses españoles perder este caladero, que se caracteriza por su riqueza en diversos tipos de cefalópodos, langosta, gamba, camarón, pescadilla y merluza negra, entre otras especies.
En esta línea, señaló que la actual veda biológica se suma a los dos meses de paro --abril y mayo-- impuestos por la anterior Administración mauritana y que, finalmente, aceptó la Comisión Europea.
"Si se denunciase sería muy malo para los intereses de la flota", afirmó, pese a evitar pronunciarse más directamente sobre esta posibilidad. Fontán descartó "entrar o salir en asuntos políticos" y confió en que la Comisión Europea "piense" más en Mauritania y su población "que en estos detalles".
De los 24 buques cefalopoderos, cuatro tienen su base en Huelva y están vinculados a la Asociación Nacional de Buques Marisqueros Congeladores (Anamar), una organización que cuenta además con otras 24 embarcaciones dedicadas a la captura de distintas variedades de mariscos en el mismo caladero.
UN CALADERO "INESTABLE"
"Es un caladero inestable", aseguró en declaraciones a Europa Press el presidente de la Asociación de Armadores de Marín (Pontevedra), Andrés Guiancé, quien además recordó que a los cuatro meses de vedas biológicas de este año se sumaron otros 50 días de parada voluntaria a la que se suscribieron los empresarios pesqueros para reivindicar una serie de "cuestiones técnicas".
Asimismo, estimó que de los más de 1.000 tripulantes enrolados en los cerca de 60 buques que trabajan en aguas mauritanas entre 500 y 800 son gallegos y, en concreto, proceden de la península de O Morrazo y Vigo. Casi un 40 por ciento del resto de los marineros son andaluces. Guiancé reveló además que la mayoría de los buques cefalopoderos son propiedad de armadores de Hío, Aldán y otros puntos de la península de O Morrazo (Pontevedra).
Aparte de 24 los buques dedicados a la pesca de pulpo, calamar y otras especies de esta familia --la mayoría vinculadas a Anacef salvo cuatro de Anamar--, otras 30 embarcaciones de bandera andaluza extraen diversos mariscos en las mismas aguas, mientras unos cuatro o cinco barcos obtienen atún mediante cañas de vara y otros cinco capturan pescadilla y merluza negra.
Respecto a las perspectivas de futuro del caladero, Guiancé consideró una "preocupación no fundamentada" la posible ruptura del acuerdo pesquero entre la Comisión Europea y Mauritania. "Después de la alarma de hace 15 días, confiamos en que no vaya a pasar nada", afirmó para insistir en que la Comisión Europea no ha dicho por el momento que vaya a anular el acuerdo. "Es un modo de presionar para que se restaure la democracia", agregó.
BALANCE DE CAPTURAS
El director gerente de Anacef afirmó que no se podrá realizar un balance de los tres últimos meses de actividad antes de que se descarguen las capturas en puerto y se inicie su venta. "Dependerá además del precio al que se cotice cada especie", aseguró.
Fontán confirmó que los buques llegarán entre el martes y el miércoles a Las Palmas (Gran Canaria), donde la organización tiene su puerto base. No obstante, algunos de los buques cefalopoderos volverán a la Península.
Por su parte, el presidente de los armadores de Marín apuntó que una de las características del caladero mauritano es que garantiza que todos los meses "son buenos". Pese a todo, reconoció que noviembre y diciembre son especialmente apreciados por los barcos que capturan calamar. "En el caso de las demás especies, se reparten igual", señaló.
