AVILÉS, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Doce pescadores y armadores asturianos se sentarán mañana en el banquillo del Juzgado de lo Penal de Avilés por los disturbios que presuntamente protagonizaron en enero de 2001, en el marco de las movilizaciones por el conflicto que habían emprendido contra el uso por parte de barcos gallegos del aparejo de pesca conocido como 'tren de bolos'.
Los doce acusados se enfrentan a penas de hasta cuatro años de prisión y fuertes multas por presuntos delitos de coacciones y daños. El fiscal considera a la docena de pescadores responsables del destrozo de la mercancía de los puestos de pescados de cuatro supermercados de Navia y Luarca, acción que emprendieron en protesta por la venta de capturas procedentes de otras comunidades autónomas ante la huelga que venían manteniendo en aquellos días.
La huelga estuvo motivada por el uso del denominado 'tren de bolos', un aparejo de arrastre que causa "importantes daños" en los fondos marinos por parte de barcos gallegos en el caladero asturiano, pese a que existía un acuerdo previo para que no se empleara dicho arte de pesca.
La movilización del sector asturiano se extendió, ante el mantenimiento de la huelga, contra los establecimientos que seguían vendiendo pescado procedente de otras comunidades autónomas o del extranjero. En total, el ministerio público estima en más de 6.600 euros el valor del pescado que destrozaron en los cuatro supermercados afectados.
Tres de los acusados se enfrentan a una pena de cuatro años de cárcel (por su presunta participación en los cuatro asaltos), mientras que el resto podrían ser condenados a penas de entre uno y tres años de prisión. Además, el fiscal pide que se imponga a cada uno de los doce acusados multas que oscilan entre los 1.440 y los 2.520 euros, así como el pago de las indemnizaciones correspondientes a las dos cadenas de supermercados afectadas.
