(Amp.) El primer informe sobre las inundaciones en el metro de Palma confirma deficiencias en el proyecto y su ejecución

Vicens asegura que "obligará" a la concesionaria a solucionar las deficiencias que no se deban al diseño

Europa Press Islas Baleares
Actualizado: viernes, 24 agosto 2007 17:05

PALMA DE MALLORCA, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

El conseller de Movilidad y Ordenación del Territorio, Biel Vicens, anunció hoy que el primer informe encargado a raíz de las inundaciones ocurridas en la línea de metro de Palma ya obra en poder de la Conselleria y confirma la existencia de deficiencias tanto en el proyecto diseñado como en la ejecución de las obras.

Según explicó Vicens en rueda de prensa posterior el Consell de Govern, los sistemas de retención de aguas en los accesos a las estaciones son "totalmente insuficientes" y ello provocó la entrada de lluvia a través de las escaleras, pozos de ventilación y salidas de emergencia en el interior de las estaciones, creando pequeñas riadas que se desplazaron a través de las vías de una estación a otra.

Otro de los motivos por los que la cantidad de agua alcanzó niveles de más de 1,5 metros de altura en la estación de Son Fuster --la que a día de hoy aún permanece cerrada-- es que las aguas filtradas por Son Castelló, Via Asima y Camí dels Reis se desplazaron a través de los túneles a causa de las pendientes, mojando los raíles, hasta Son Fuster Vell, donde se dio la acumulación que provocó que las puertas "reventarán".

"Se inundó toda la estación porque en toda la línea de metro no hay instaladas barreras para el agua ni en las puertas, ni en los pozos de ventilación, ni en las salidas de emergencia. Tampoco hay cubiertas en los accesos. Los únicos dispositivos instalados son unas arquetas de achique que resultan totalmente insuficientes. El diseño global de Son Fuster y el sistema de tres bombas y depósito de recogida son insuficientes", dijo Vicens.

En la estación de Son Sardina se inundó el paso de viandantes y de vehículos que van por debajo, lo que hizo que unas 15 ó 20 personas quedaran retenidas. "Cuando llegamos allí, los bomberos estaban evacuando a la gente, pero algunas personas, tras una hora de esperar en esta situación, decidieron salir por sus propios medios", afirmó.

Con respecto al fallo eléctrico ocurrido también a causa de las fuertes lluvias y que dejó el metro sin bastante corriente como para funcionar correctamente. "Las bombas extractoras de Son Sardina no estaban conectadas al sistema eléctrico de emergencia y por ello no pudieron funcionar. Es una de los cosas que hemos solucionado inmediatamente", añadió.

Por otro lado, en la Intermodal de la Plaza de España no se produjo ninguna inundación, aunque sí numerosas goteras y un corte de luz de más de dos horas, mientras que en Jacint Verdaguer, la desembocadura de agua "mal planteada", causó la inundación de un parking privado. En Son Costa-Son Fortesa no hubo ningún tipo de problema, precisó el conseller.

Según explicó, el suministro eléctrico se cortó a las 6:50 horas, pero desde que se abrió el metro a las seis, ya no iba bien. Se pusieron en marcha los grupos eléctricos de emergencia que se encuentran en la UIB y que sólo permiten el funcionamiento de dos de los tres trenes que funcionan habitualmente.

A las 9:40 horas, por sobrecarga, cayó también el grupo de emergencia y desapareció por completo la tracción de las máquinas. Se restableció la luz hacia las 12:30 horas y, aunque ya había tensión eléctrica, las estaciones seguían inundadas y los raíles estaban mojados. "Consideramos que no era en absoluto adecuado que se retomara el servicio", comentó.

Las causas posibles del corte eléctrico principal apuntan hacia la filtración de agua a través de un agujero por el que se estaba introduciendo cable de fibra óptica de unos 40 centímetros en los grupos eléctricos o también hacia la conexión del servicio de GESA ubicada en la plaza de Santa Elisabet, por la que habría entrado agua hacia Jacint Verdaguer.

"El gerente de SFM, técnicos y contratistas se subieron a un tren de prueba y revisaron las estaciones una por una. Terminaron a las 20:30 horas y decidieron que se podía restablecer el servicio, aunque advirtieron que Son Fuster debía permanecer cerrada y que algunas estaciones tendrían problemas de accesibilidad porque no funcionaban las escaleras mecánicas ni los ascensores", continuó.

RECLAMACIONES

Vicens anunció que el Consejo de Administración de SFM se reunirá la próxima semana y aprobará la realización de una auditoría técnica con el objetivo, además de evaluar la situación actual, de comprobar si la obra final se ajusta o no a los proyectos adjudicados para poder determinar qué parte de responsabilidad tienen las empresas concesionarias.

"Esta auditoría valorará en qué punto se encuentra la recepción de las obras, ya que sabemos que hay algunas recepciones parciales y no sabemos si jurídicamente son completas. En cualquier caso, toda obra pública ha de estar en condiciones en el momento de la entrega y tiene un periodo de garantía. Si las cosas no están hechas como figura en los proyectos, les obligaremos a hacerlo, aunque no se puede descartar problemas en el diseño", aclaró.

El conseller concluyó que el servicio de metro se puso en funcionamiento "de manera precipitada, con prisas, con un periodo de pruebas insuficientes y sin comprobación de las instalaciones". "El Govern quiere que el metro funcione perfectamente. Es un medio de transporte público que queremos prestigiar lo máximo posible", subrayó.

Acerca del plazo previsto para que la estación de Son Fuster Vell pueda reabrir sus puertas, Vicens rechazó concretar una fecha y remarcó que no se pondrá en funcionamiento hasta que no se pueda garantizar que tal entrada de agua no se volvería a producir. Reiteró además, que el servicio de metro es "seguro" y que ahora toca trabajar para poner solución a las deficiencias y desperfectos detectados.

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