El Tribunal ordena celebrar el juicio al no asumir el hombre la autoría, pese a que estaba dispuesto a un acuerdo
PALMA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Baleares juzgará en junio a un hombre acusado de tirotear a miembros de un clan rival en Son Oliva, tras una vista en la que ha fracasado el acuerdo de conformidad pactado entre las partes.
El acusado estaba dispuesto a cerrar un acuerdo de cinco años de prisión, en lugar de los 23 años que pide la Fiscalía, pero ello implica asumir la autoría de los delitos. A la pregunta de si reconoce los hechos, el hombre ha manifestado que lo hacía porque no le quedaba "más remedio".
La presidenta del Tribunal ha advertido de que no sería un reconocimiento válido. "Digo que sí porque si no, voy a 21 años de prisión", ha respondido el acusado, que ya ha cumplido dos años en la cárcel de forma preventiva. El hombre ha continuado señalando que se ha perdido el nacimiento de tres de sus nietos y que prefería "comerse" unos meses más "y salir ya de ésta": "Acepto y ya está".
La magistrada ha recalcado que no podía aceptar un reconocimiento de hechos en estos términos y ha dado por terminado el acto, recordando que es su deber garantizar los derechos del acusado. El juicio tendrá que celebrarse en días separados, el 21 y 28 de junio, porque las fechas reservadas originalmente se habían dejado sin efecto ante el acuerdo que estaba previsto alcanzar.
La presidenta del Tribunal ya había ordenado que se llevaran al acusado de vuelta a prisión, mientras éste protestaba afirmando que le están juzgando "como 'pelúo' [el nombre de su clan], no como ciudadano español", y que han "machacado" su presunción de inocencia.
Varios parientes del acusado estaban presentes en la sala y se han puesto muy nerviosos, lanzando quejas al Tribunal. Uno de los presentes se ha arrodillado en la sala proclamando que juraba que su familiar es inocente.
TIROTEO EN SON OLIVA
El hombre está acusado de delitos de tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas. Según el escrito del fiscal, los hechos ocurrieron el 6 de julio de 2022, cuando desde el balcón de su piso y en compañía de otros familiares el procesado disparó con un arma de fuego corta al coche que circulaba frente a su vivienda.
El mismo iba ocupado por tres personas de un clan rival, que no resultaron heridas pese a los disparos.
La Fiscalía solicita una indemnización de 10.000 euros para cada una de las tres víctimas y unos 3.600 euros para el propietario del vehículo que recibió los disparos.
