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PALMA, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Tratarles como adultos y evitando la infantilización, ser claros y directos, darles tiempo para procesar la información y escuchar con los ojos son algunas de las recomendaciones para comunicarse de forma correcta con personas con discapacidad intelectual.
Todas ellas han sido recopiladas por la Asociación de Familiares de Personas con Discapacidad Intelectual (Asfadiba) en el 'Manual básico de comunicación inclusiva', presentado este miércoles con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
La guía pretende poner de relieve que la inclusión de estas personas "comienza por una comunicación real", algo que muchas veces no sucede "por la falta de costumbre o el miedo a equivocarnos".
LAS CUATRO "REGLAS DE ORO"
La asociación ha identificado cuatro "reglas de oro" que funcionan como base para mantener una conversación respetuosa, independientemente de quién tengamos en frente.
La primera norma es tratar a las personas como adultos --si lo son-- y sin usar diminutivos ni un tono de voz infantil, de modo que se sientan respetadas.
La segunda ser directos y claros, incluyendo una idea por cada frase y evitando las bromas complejas, el sarcasmo o la jerga.
Después de hablar o preguntar algo, de acuerdo con el manual, lo mejor es hacer una pausa de entre cinco y diez segundos antes de repetir o seguir para darles el tiempo necesario a entender la información.
La cuarta regla es escuchar con los ojos, es decir, prestar atención al lenguaje corporal para ver si la persona está tensa, mira hacia otro lado o se toca las manos. Esos gestos pueden indicar si está frustrada o si no ha entendido el mensaje.
ADAPTARSE A LOS PERFILES
Otra de las recomendaciones de la asociación es adaptar la forma en la que nos comunicamos al perfil de cada persona con discapacidad intelectual, dado que cada uno de ellos tiene unas necesidades específicas.
Está, por ejemplo, el conversador, aquel que se expresa bien con palabras y las entiende pero puede perder el hilo con facilidad.
Estas personas necesitan recibir mensajes específicos y detallados y es recomendable realizarles preguntas para comprobar que han entendido la idea principal como "¿Entiendes?".
Otro perfil es el del reforzador, aquellos que usan frases cortas pero tienen dificultades para entender ideas abstractas o secuencias largas.
Lo mejor, en estos casos, es usar listas escritas, pictogramas o fotografías para explicar cuestiones como una rutina o una tarea y darles dos opciones cerradas en lugar de preguntarles directamente qué quieren.
El tercer perfil identificado en el manual es el del señalizador, que tiene grandes dificultades con el lenguaje oral y usa gestos, ruidos o un dispositivo para comunicarse.
Asfadib recomienda observar qué es lo que la persona quiere mediante sus gestos, ruidos o movimientos que puedan indicar, por ejemplo, la necesidad de ir al baño, de beber o de comer.
Incluso en los casos en los que pueda no entenderse lo que dicen, lo más adecuado es contestarle siempre con palabras tranquilizadoras como "te estoy escuchando" o "no te entiendo bien, pero lo vamos a intentar de nuevo". Eso le animará a seguir intentándolo y a no sentirse ignorado.