PALMA, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El pleno del Consell de Mallorca ha aprobado este jueves de forma inicial el Reglamento de explotación del servicio de gestión de residuos sólidos urbanos de Mallorca.
La aprobación, que se ha conseguido con 17 votos favorables, ninguno en contra y 16 abstenciones, supondrá que la Dirección Insular de Residuos regule la metodología y el sistema de inspección y de control del servicio.
También establece las condiciones que tiene que cumplir el concesionario y define las relaciones entre el Consell y éste, según ha informado en nota de prensa la institución insular.
La vicepresidenta y consellera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Aurora Ribot, ha valorado la aprobación inicial como una "muy buena noticia" y ha destacado que el reglamento anterior ya se encontraba obsoleto, que era de 1993.
Según Ribot, esta circunstancia suponía una carencia de actualización en la definición de las actividades. La consellera insular ha señalado que un buen ejemplo son las tareas de educación ambiental, no previstas en el texto antiguo y que a día de hoy "juegan un papel importante en el día a día de la concesionaria".
Ribot también ha destacado que era necesario desarrollar y acotar las normas de la explotación. La consellera ha resaltado que ahora el Consell contará con cinco inspectores e inspectoras más para hacer controles.
El nuevo reglamento detalla que la concesionaria tiene que comercializar los subproductos obtenidos al servicio público, como chatarra o compost, según la política de precios aprobada por la institución insular.
La vicepresidenta insular ha destacado que la aprobación definitiva supondrá el inicio de una etapa nueva en la gestión y en el servicio de residuos en Mallorca. El nuevo reglamento permitirá al Consell ofrecer las mejores condiciones de servicio a la ciudadanía mientras Tirme mantenga la concesión.
MODIFICACIONES DEL REGLAMENTO
Según ha informado el Consell de Mallorca, la propuesta de Reglamento incluye los tipos de residuos que prevé el tratamiento de residuos no peligrosos generados en Mallorca, con el código LER correspondiente, de acuerdo con el nuevo Plan director, y se incorpora el hecho que el Consell de Mallorca puede aprobar tarifas específicas para el tratamiento de las diferentes fracciones de residuos.
También se detalla quiénes son los usuarios y cómo tiene que ser el mecanismo previo a la entrada de los residuos en las instalaciones.
Por su parte, se establece un libro de reclamaciones digital sobre el funcionamiento del servicio o por molestias generadas por la instalación y se explica cómo se hará la tramitación de las reclamaciones.
El nuevo reglamento hace referencia a la energía vertida en la red eléctrica, una cuestión presente en el día a día de la concesión, pero que no preveía el reglamento anterior.
Por primera vez se define el proceso de final de la concesión desplegando las tareas que tiene que desarrollar la concesionaria en esta situación.
Se establece que el Consell de Mallorca nombrará nuevos inspectores e inspectoras, en concreto de un inspector se pasará a contar con seis nuevos.
Se define la metodología de trabajo, es decir se expone el funcionamiento de todos los servicios y de los principales controles de explotación que figuran en el reglamento.
Según el nuevo texto, habrá un Libro de órdenes, en formato digital, en el que se recogerán las indicaciones de las inspecciones que se hayan hecho.
Se fija un procedimiento, mediante el cual se determinará la aceptación o no de la fracción orgánica de los residuos municipales recogida selectivamente y recibimiento al servicio, como material apto para ser introducido en el proceso de compostaje o metanización.
Se describen las visitas y actividades de educación ambiental en las plantas y estaciones, que podrán hacer los grupos y las visitas organizadas en condiciones, horarios y periodos de tiempos que no interfieran en la prestación del servicio.
El concesionario establecerá un recorrido y unas actividades, respetando en todo momento las normas internas de seguridad y medioambientales que rigen el funcionamiento de las instalaciones.
La norma establece los criterios para organizar y desarrollar los acontecimientos que se lleven a cabo en el edificio central y todos los registros pasarán a ser en formato digital.
