Aseguran que la impresión de los volúmenes cada cuatro años forzará la desaparición de pequeños editores de obras en catalán
PALMA DE MALLORCA, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Gremi de Llibreters teme cierres de librerías si el Govern opta finalmente por la gratuidad de los libros de texto a través de la fórmula del préstamo a los alumnos a partir del próximo curso 2007-2008 o de los siguientes, como ya sucedió en Galicia, y, además, considera que esa situación forzaría la clausura de algunas editoriales, principalmente, las especializadas en obras en catalán.
Así lo manifestó, en declaraciones realizadas a Europa Press, la presidenta de la patronal de libreros, Marián Colom, quien aclaró que su gremio "ya sabía" que, si partidos como el PSOE o el Bloc pasaban a gobernar la Comunidad Autónoma, implantarían la gratuidad de los libros de texto --como prometieron en sus programas electorales--, a diferencia del PP, que "no lo quería", precisó.
A este respecto, recordó que el préstamo de libros es, de las tres fórmulas posibles para garantizar la gratuidad de estas herramientas educativas, la que mayor oposición encuentra en el sector de distribución minorista, que quedaría al margen del negocio, y a las editoriales, que pasan a imprimirlos cada cuatro años, que es el periodo de vida útil que tienen.
Colom precisó que esta medida en Galicia ha supuesto el cierre del 50 por ciento de las librerías en los últimos cuatro años, según el estudio 'Viabilidad del sector editorial en lengua gallega tras la introducción de la modalidad de la modalidad de gratuidad del libro de texto mediante el sistema de préstamo', encargado por la Asociación Gallega de Editores (AGE) a la Universidad de Santiago de Compostela, que lo publicó el pasado mes de mayo.
Además, según la presidenta del Gremi de Llibreters la medida "favorecerá un aumento del número de fotocopias", porque los libros prestados no se podrán subrayar ni realizar ningún tipo de inscripciones o manipulaciones en sus tapas o interior, actuaciones que podrían ser penalizadas con multas económicas de unos 25 euros, según estimó.
En cambio, la presidenta de los libreros mallorquines se mostró favorable a las otras dos formas de gratuidad estandarizadas, la de las 'becas familiares' asignadas a residentes con rentas bajas; y el llamado 'bono libro', dirigido a todas las familias, y que no rompe la cadena de comercialización de este producto, evitando, además, que "sólo se vendan libros cada cuatro años", apuntó.
A este respecto, Marián Colom se preguntó "por qué se pueden comprar los chándales de marca y las tonterías que se compran en esta época del año y, en cambio, siempre se debe devaluar el libro de texto", que expenden la mayoría de la treintena de librerías asociadas a la patronal que preside, para las que en algunos casos la campaña escolar supone entre el 50 y el 60 por ciento de la facturación que realizan en esta época del año.
Según Colom, los 250 kioscos y papelerías de barrio existentes en la isla tienen aún peores perspectivas ante una eventual gratuidad de los libros de texto por préstamo, ya que, en muchas ocasiones se abrieron deliberadamente en las proximidades de comercios para aprovechar las ventas de la 'vuelta al cole', que en su caso suponen del orden del 70 por ciento de la facturación anual.
REUNIONES CON TODAS LAS PARTES
Por otra parte, Colom recordó que los libreros se vienen reuniendo periódicamente con la consellera de Educación y Cultura, Bárbara Galmés, quien también mantiene contactos con las Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Apimas) y los consejos escolares, antes de que el Govern anuncie una decisión definitiva sobre la fórmula que escogerá para la gratuidad de los libros de texto.
De la promesa electoral del PSIB-PSOE a este respecto, Colom aseguró que hasta ahora sólo se sabe que en ningún caso implicaría la subvención íntegra de todos los libros de texto de los alumnos de Enseñanza Primaria y Secundaria de Baleares, sino, de la mitad de las entre 8 y 10 materias que se imparten por curso.
Cabe señalar que, actualmente, la adquisición de libros escolares en cada principio de curso supone una inversión de entre 100 y 150 euros por alumno en el caso de los estudiantes de Educación Primaria, y de entre 200 y 300 euros para los de Secundaria, a lo que cabe agregar la compra a lo largo del año de otros volúmenes de lectura obligatoria.
