La portavoz de MÉS Per Palma, Neus Truyol, y Guillem Amengual, portavoz de Progreso en Verde - MÉS
PALMA 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
MÉS per Palma y el movimiento animalista Progreso en Verde han presentado este jueves una propuesta conjunta para proteger a los caballos de las galeras ante episodios de calor extremo, con medidas como obligar a retirar los animales a sus cuadras "al menos 20 minutos antes de que entre en vigor una alerta activada por la Aemet por altas temperaturas, tormentas o viento".
Según ha informado la formación en nota de prensa, solo entre junio y julio, Palma ha registrado 13 días de alerta por calor, con temperaturas de hasta 39 grados. Por ello, han alertado de los efectos fisiológicos que sufren los caballos en estas condiciones de golpes de calor, estrés térmico, deshidratación, daños musculares y respiratorios, riesgo de colapso e incluso la muerte.
"No podemos esperar a que un caballo se desplome para actuar", ha advertido la portavoz de MÉS per Palma, Neus Truyol.
Además de esta actuación urgente, la propuesta contempla iniciar este mismo año el rescate voluntario de licencias, con un coste estimado de "unos 200.000 euros por cada licencia rescatada y dada de baja definitivamente", ha explicado el portavoz de Progreso en Verde, Guillermo Amengual.
Asimismo, han pedido suspender la parada de Antoni Maura durante los meses de verano, para proteger tanto a los animales, como a los peatones de la insolación y mejorar la seguridad vial. Otra medida que piden es la retirada automática de las licencias a quienes reincidan en sanciones graves, tal y como permite la normativa.
También han reclamado tipificar como falta muy grave el estacionamiento fuera de los puntos autorizados, para garantizar el cumplimiento de las normas. "Si un coche es multado por aparcar donde no debe, también debe aplicarse lo mismo a las galeras", ha apuntado Truyol.
Por último, han señalado algunos requisitos más estrictos para superar la revisión anual del servicio, como no tener sanciones pendientes ni expedientes abiertos, además de contar con establos en condiciones adecuadas inscritos en el Registro de explotaciones ganaderas (REGA). "Tenemos detectados casos con dudas razonables sobre si los lugares donde están los caballos cumplen los mínimos requisitos de salubridad y dignidad", ha asegurado Amengual.