PALMA DE MALLORCA, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los militares adheridos a la Comandancia General de Baleares (Comgebal) que formarán la 'Agrupación Baleares II' y prestarán servicio entre los meses de abril y agosto en la recién proclamada república balcánica de Kosovo, en el contexto de una misión pacificadora de la OTAN, contarán con inhibidores de frecuencias en todos sus vehículos, que empezarán a instalarse en las próximas semanas.
Según expuso hoy el comandante general, José Emilio Roldán, durante la presentación pública de la misión, que se bautizó como 'Sierra Kilo XX', en la Base General Asensio de Palma de Mallorca, esperan encontrarse con un país tranquilo, en el que el mayor peligro lo constituyen el mal trazado de sus carreteras, la Agrupación Baleares II --como se ha bautizado al contingente--, espera encontrarse un "país tranquilo" y libre de conflictos.
De hecho, actualmente, el mayor peligro de Kosovo lo constituye el mal trazado de sus carreteras, por lo que el mayor riesgo que contempla Roldán es la posibilidad de que se produzcan accidentes de tráfico que afecten a las tropas de la Comgebal, que lidera por segunda vez de una misión internacional española, tras la 'Operación Altea', que les llevó a Bosnia-Herzegovina en 2006.
El comandante general presentó 'Sierra Kilo XX' en compañía del jefe del Estado Mayor, José Luis Pina, y el jefe del Regimiento de Infantería Palma 47, Miguel Ángel Conde, quien mandará el contingente sobre el terreno, que estos días se encuentra culminando su constitución como agrupación táctica y, de hecho, mañana ofrecerá unos ejercicios destinados a demostrar el éxito de su entrenamiento durante los últimos meses.
En total, en esta operación participarán 470 militares españoles, de los que 230 están destinados en Baleares, mientras que el resto provienen del Mando de Artillería de Campaña, el Regimiento de Caballería Farnesio Número 12 y la Brigada de Transmisiones, y se encuentran concentrados en Mallorca desde el 3 de marzo, y que ya realizaron maniobras en Chinchilla (Albacete) en el mes de enero.
Una vez en Kosovo, relevarán a una agrupación integrada por militares procedentes de Ceuta y se repartirán entre Base España, situada a varios kilómetros de la localidad de Istok, y otra menor en Osojane, en un área cercana a la frontera con Montenegro en la que viven unos 60.000 habitantes con una variada composición étnica, con predominio de albano-kosovares (80%), en su mayoría musulmanes.
MÁS DE 200 VEHÍCULOS
Por lo que se refiere al parque móvil que emplearán, en total, estará compuesto por 211 vehículos, de los que 110 serán ligeros, 40 pesados --camiones-- y 61 blindados --de los tipos BMR y VEC--, que se empezarán a dotar de inhibidores de frecuencias a lo largo del mes de abril, cuando llegará el contingente a Kosovo, que se declaró república unilateralmente el pasado 17 de febrero.
A pesar de que la situación sociopolítica tras esta proclamación aún no es estable y, de hecho, países como Rusia, Serbia e, incluso, España, aún no han reconocido la independencia de este territorio, Roldán no espera situaciones conflictivas en los cuatro meses que durará la operación 'Sierra Kilo XX', ya que en Kosovo no hay actualmente, guerrillas, terroristas ni milicias de ningún tipo.
Sobre los objetivos de la misión, el comandante general de Baleares manifestó que son análogos a los que se asumieron en la intervención en Bosnia-Herzegovina, y aludió a "establecer y mantener el ambiente de normalidad", así como a colaborar con la policía kosovar, cuyo mayor reto es controlar la proliferación del contrabando en una zona de los Balcanes con altos niveles de pobreza.
ACTO DE DESPEDIDA
En su intervención, el general Roldán agradeció la colaboración prestada por el Govern balear, que organiza el acto de despedida de la 'Agrupación Baleares II', previsto para día el 5 de abril, a la que hará entrega de su guión --estandarte--, en el que se verá, de forma bien visible, el nombre de la Comunidad Autónoma.
Un total de 35 países integrantes de la OTAN mantienen desplazados unos 15.000 efectivos para cumplir la parte militar de la Resolución 12-44 de Naciones Unidas, que se remonta a 1999, y que se aprobó para garantizar la paz tras el fin de la guerra en la zona durante la primera mitad de la década de los 90.