El PSM pide a Salom que renegocie el contrato con Tirme para evitar una subida del 55% en la tasa de residuos

Actualizado: miércoles, 24 agosto 2011 20:49

Si el Consell acepta la demanda de la empresa concesionaria, los mallorquines pasarán a abonar 200 euros anualmente

PALMA DE MALLORCA, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

El PSM-IV-ExM ha instado al Consell de Mallorca a que renegocie el contrato que mantiene la Institución Insular con Tirme, la empresa que gestiona el tratamiento de basuras y residuos en la isla, para que se adapte a la situación de crisis actual y en ningún caso acepte la subida del 55% en la tasa de residuos que solicita la concesionaria.

La coalición nacionalista cree que la presidenta del Consell, Maria Salom, "engaña" a los ciudadanos, ya que el pasado mes de abril la 'popular', como candidata a presidir la institución insular, garantizó una rebaja de la tasa de residuos si accedía al poder, mientras que ahora el equipo de gobierno insular estudia si acepta la demanda de Tirme, que encarecería sustancialmente la tasa de la basura que pagan los mallorquines.

Tirme ha pedido al Consell que en 2012 ejecute un importante aumento (del 55%) en la tasa de residuos, que en caso de llevarse a cabo, los ciudadanos pasarían de pagar unos 130 euros al año por esta tasa a unos 200 euros.

Para evitar esta significativa subida, la coalición presentará en el próximo Pleno del Consell una interpelación, en la que solicitará explicaciones a la consellera insular de Medio Ambiente, Catalina Soler, sobre la posibilidad de asumir la citada subida, y reclamará a Salom que renegocie el contrato que el Consell mantiene con Tirme hasta el 2041.

Por otra parte, el grupo de consellers del PSM ha rechazado "frontalmente" la posibilidad de que Nápoles envíe su basura a Mallorca para que se incinere en la isla, tal y como proponen las autoridades locales de la ciudad italiana, que se han puesto en contacto con el Consell Insular para proponer el envío de parte de sus residuos con el fin de que sean tratados en Mallorca, ante las importantes dificultades que tiene Nápoles para gestionar y tratar su propia basura.