Los ritmos africanos del camerunés Richard Bona recalan el próximo jueves en Palma de la mano del Jazz Voyeur Festival

Actualizado: lunes, 9 noviembre 2009 20:24

El trompetista Terence Blanchard también actuará el viernes en el Conservatorio de Música de la capital balear

PALMA DE MALLORCA, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -

El cantante camerunés y uno de los mayores virtuosos del bajo eléctrico del mundo Richard Bona traerá sus ritmos africanos a Palma el próximo jueves en un concierto que ofrecerá de la mano del Jazz Voyeur Festival y en el que conjugará los sonidos del continente negro con el jazz, rozando ligeramente el rock y decantándose también por los sonidos más festivos y próximos a la música caribeña o latina.

Así, en su actuación, que tendrá lugar a las 20.30 horas en el Conservatorio de Música de Palma a un precio único de 35 euros, Bona vendrá acompañado de su banda formada por Étienne Stadwijk (teclados); Taylor Haskins (trompeta); Adam Stoler (guitarra), Ernesto Simpson (batería) y Samuel Torres (percusión).

Bona, actualmente uno de los mejores músicos de África, junto a Yossou N'Dour, Manu Dibango e Ismael Lo, entre otros, nació en 1967 en el pueblo de Minta, en Camerún, y desde muy pequeño ya se interesó por la música, gracias a su abuelo, que fue un destacado percusionista y cantante.

"Cuando tenía tres años solía chillar sin razón y, entonces, alguien trajo a casa un balafón y lo estuvo tocando y yo dejé de llorar, me senté y lo escuché durante horas", señala Bona, quien se hizo su propio balafón de madera y practicó con él entre ocho y doce horas diarias.

De este modo, pronto fue solicitado para bautizos, banquetes y bodas, mientras que, posteriormente, se trasladó a la ciudad de Douala con su padre, donde comenzó a trabajar como músico. Pronto se dio cuenta de que podía tocar un instrumento sólo con ver a otro músico tocando y empezó a hacer conciertos a los 11 años.

En 1980, la vida de Richard Bona cambió cuando un francés se trasladó a la ciudad y fundó un club de jazz en un hotel de la zona. Éste oyó hablar de Richard y le pidió que formara un grupo, a pesar de que el cantante camerunés no sabía en esa época nada de este estilo de música.

De este modo, el hotel le suministraba los instrumentos, con lo que permanecía todo el día allí, tocando y aprendiendo, así como escuchando música, debido a que el propietario del club tenía una colección de 400-500 álbumes de jazz y le pidió a Bona que aprendiera con ellos.

Tras una larga temporada allí, y tras la muerte de su padre, decidió trasladarse a París a los 22 años, donde permaneció durante un periodo de siete años en una escuela de música aprendiendo de la música de artistas como Miles Davis, Chet Baker y Ben Webster.

Otro de los puntos de inflexión de su vida se produjo cuando la flautista americana Colette Michaan invitó a Richard a Nueva York para una visita de cuatro días que se convirtieron en dos semanas, teniendo en cuenta que los artistas le acogieron con gran interés, por lo que el camerunés se dio cuenta que ése era el mundo al que pertenecía.

Por ello, se trasladó a Nueva York a finales de 1995 y contactó con Joe Zawinul, con quien tocó en París y se unió a él para la grabación de 'My People' y para realizar una gira mundial.

A partir de ahí, Richard se convirtió en el director musical de Harry Belafonte durante año y medio y pronto se puso a trabajar con músicos tan ilustres como Larry Coryell, Michael y Randy Brecker, Steve Gadd o Branford Marzalis, donde se aprecia no sólo el poder sobre el instrumento, sino la riqueza y expresividad de su voz y sus cualidades en la composición.

EL TROMPETISTA TERENCE BLANCHARD

El concierto de Bona no será la única cita con el jazz esta semana, ya que el viernes a las 20.30 horas, actuará también en el Conservatorio de Música de la capital balear Terence Blanchard, nacido en New Orleans, y considerado por el propio Miles Davis como el trompetista "más brillante de su generación".

Blanchard, reconocido internacionalmente por las más de 15 bandas sonoras que ha interpretado, realizadas para el director neoyorquino Spike Lee ('Banboozled', 'Malcolm X' y 'Clockers', entre otras), está muy ligado al movimiento de revitalización del jazz, que tuvo lugar en los últimos años de los 90 y que encabezó y dirigió la familia Marsalis con el trompetista Wynton Marsalis.

Con motivo del huracán Katrina, que mató a miles de personas en New Orleans, el trompetista recogió en el disco 'A Tale of God's Will (Un cuento sobre la voluntad divina. Réquiem por el Katrina), 13 temas emocionales, que van desde el enfado y la rabia hasta la compasión, la melancolía y la belleza.