Los trabajos de la demolición del edificio se retomarán mañana y los vecinos afectados continuarán desalojados

Actualizado: martes, 27 octubre 2009 20:46

Dos familias más de otro edificio han sido desalojadas, por lo que ya son 60 las personas que aún no pueden vivir en sus domicilios

PALMA DE MALLORCA, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los trabajos de la demolición controlada del edificio que se derrumbó ayer en la calle Rodríguez Arias de Palma, causando siete víctimas mortales y dos heridos, se retomarán mañana, después de que hayan sido suspendidos pasadas las 18.30 horas por la falta de luz, tras iniciarse a las 14.50 horas por el procedimiento de pinzas, sin explosiones ni otros recursos más allá de una máquina que va desmontando prácticamente pieza a pieza el resto de la estructura de planta baja y tres alturas.

Así lo informaron a Europa Press fuentes del Ayuntamiento de Palma, que señalaron que dos familias más de un edificio colindante han tenido que ser desalojadas, por lo que ya son 60 los vecinos que no pueden regresar a sus hogares y que deberán dormir en el Hotel Continental o en casa de amigos o familiares.

Concretamente, durante el día de ayer, 30 de ellos fueron realojados en el citado hotel, próximo al lugar del suceso, mientras que 25 fueron a casas de familiares y amigos. No obstante, a lo largo de la jornada de hoy han podido entrar en sus domicilios acompañados de los Bomberos de Palma para recoger efectos personales, como ropa y medicamentos.

El dispositivo de Servicios Sociales del Ayuntamiento que atiende las necesidades de las personas desalojadas se mantendrá hasta que su tarea sea necesaria y todos los afectados tengan "una solución de su caso".

Asimismo, el Consistorio de Palma recibió durante el día de hoy medio centenar de llamadas de ciudadanos que requirieron al Área de Urbanismo y al teléfono 010 información sobre la seguridad y la protección de los edificios. Entre las llamadas, también ha habido muestras de condolencia y ofrecimientos de ayuda.

Durante toda la noche, la zona continuará vallada y vigilada por agentes de la Policía Local, hasta que mañana puedan proseguir los trabajos, con el fin de que el edificio quede totalmente derruido y la zona completamente limpia, de cara a garantizar que los vecinos de los edificios colindantes puedan regresar lo antes posible a sus domicilios.

El regidor de Seguridad Ciudadana, Antonio Donaire, explicó que las tareas de demolición se han realizado con una máquina, de 50 toneladas, y dirigida por un operario altamente cualificado, que permite desmontar los restos piso a piso para poder mantener todas las medidas de seguridad y el tratamiento específico de los restos.

Así, detalló que la máquina ha recortado bloques de la zona a demoler y los ha depositado en la parte del solar ya vacío, por lo que este trabajo ha sido lento, debido a su complejidad. Por motivos de seguridad, durante estos trabajos, se ha cortado el suministro de gas, agua y corriente.

Por otro lado, informó de que a lo largo de toda la mañana, miembros del Cuerpo de Bomberos de Palma, junto con técnicos de los departamentos municipales de Urbanismo, Servicios de Protección de la Edificación y de Infraestructuras han recogido muestras y fotografiado cada una de las plantas del inmueble, materiales de construcción, marés, vigas, así como del resto de las ruinas del edificio para poder aclarar las causas del derrumbe.

El regidor reveló que la demolición de los restos también se ha visto retrasada por el hecho de que los técnicos han detectado la presencia de restos de uralita, por lo que antes de proceder a la demolición, estos restos se han regado de un líquido especial para evitar que las partículas de amianto se mezclase con el aire.

COMPROBACIÓN DE LOS EDIFICIOS COLINDANTES

Respecto al resto de los edificios desalojados, Donaire indicó que esta mañana los técnicos municipales han estado realizando las comprobaciones pertinentes para poder determinar si el derrumbe los había afectado. Con estos datos, apuntó que los técnicos elaborarán un informe que será determinante para poder garantizar la seguridad de estos inmuebles y el regreso de sus ocupantes "con todas las garantías".

Cabe recordar que el edificio siniestrado contaba sólo con 50 años de existencia y, por lo tanto, no estaba obligado a pasar la inspección técnica, reservada para los que tienen más de 100 años, o bien, están catalogados. Además, el inmueble no había recibido ninguna denuncia "formal o informal" o informe que hiciera sospechar al Ayuntamiento de Palma que se encontraba en peligro de derrumbe, recordó el edil de Infraestructuras.