Abbas abandonará las conversaciones si el 'acuerdo marco' no le satisface

Actualizado: martes, 4 marzo 2014 8:20

MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha afirmado este lunes que si el 'acuerdo marco' que presentará el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, no satisface las principales peticiones palestinas, pondrá fin a las negociaciones con Israel y recurrirá a los organismos internacionales para intentar conseguir el reconocimiento del estado de Palestina.

   "La única oportunidad de que acordemos extender las conversaciones se dará si (el primer ministro israelí, Benjamin) Netanyahu declara una congelación de la construcción en los asentamientos y la liberación de más prisioneros", ha dicho, durante un encuentro con la líder del partido israelí Meretz, Zehava Gal-On.

   Asimismo, ha recalcado que Jerusalén Este debe ser reconocido como capital de Palestina como parte del acuerdo de paz, mientras que Israel conservaría la zona occidental de la ciudad. Ambas capitales serían administradas a través de un organismo que se coordinaría con ambas partes.

   Por otra parte, Abbas ha negado que haya pedido el derecho al retorno de cinco millones de palestinos y ha apuntado que "ningún refugiado regresará a Israel sin el consentimiento israelí". "Espero que Israel establezca cuotas sobre el número de refugiados que absorberá cada año", ha añadido.

   Por último, el mandatario palestino ha sostenido que Israel "no está ofreciendo intercambios proporcionales de territorios, sino intercambios basados en el desarrollo demográfico", según ha informado el diario israelí 'The Jerusalem Post'.

   Este mismo lunes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha advertido a Netanyahu de que ha de tomar "decisiones duras" para avanzar en el proceso de paz entre israelíes y palestinos, si bien el jefe de Estado israelí ha defendido que "permanecerá firme" y que los palestinos no han cumplido con su parte para rebajar las tensiones.

   En un encuentro mantenido entre ambos en la Casa Blanca, el presidente estadounidense ha destacado que "aún es posible crear dos estados, un estado judío de Israel y un estado de palestina, con ambos viviendo lado a lado en paz y seguridad". "Es difícil. Requiere el compromiso de todas las partes", ha agregado.

   "El primer ministro (israelí) tomará esas decisiones en base a su absoluto compromiso con la seguridad de Israel y su reconocimiento de que la misma será mejorada a través de la paz con sus vecinos", ha valorado Obama.

   En respuesta, Netanyahu ha indicado que "Israel ha estado haciendo su parte, pero los palestinos no", antes de volver a pedir a la Autoridad Palestina que reconozca a Israel como un estado judío, algo que el presidente de la AP, Mahmud Abbas, se ha negado a hacer hasta el momento.

   "La mejor forma de garantizar la paz es ser fuerte, y lo que el pueblo israelí espera que haga es eso: permanecer fuerte ante las críticas, ante las presiones", ha argumentado.

LA NUEVA RONDA DE CONVERSACIONES

   Las conversaciones de paz se retomaron el 29 de julio tras casi tres años interrumpidas. En ese momento, Kerry aseguró que el objetivo "es lograr un acuerdo de estatus final durante los próximos nueve meses".

   Ante la proximidad de la fecha límite, Washington ha acelerado sus contactos con el objetivo de forjar un "marco para las negociaciones", considerado como un primer paso, si bien ha expresado su deseo de alcanzar un acuerdo definitivo antes del 29 de abril.

   La idea del 'acuerdo marco' ha sido criticada por algunos altos cargos palestinos, y la semana pasada la miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) Hanan Ashwawi dijo que el mismo "no es un acuerdo".

   "Cada parte puede expresar sus reservas (...) Si ambas partes difieren en los asuntos presentados, significa que no es un acuerdo. ¿Para qué alcanzar algo así? ¿Para que parezca que existen progresos? ¿Para ganar tiempo? ¿O para no admitir un fracaso?", se preguntó.

   A pesar de estas críticas, Abbas ya ha indicado en las últimas semanas que podría aceptar cierto margen de flexibilidad en uno de los puntos claves de las negociaciones: el derecho al retorno de los palestinos desplazados y expulsados tras el conflicto desatado en 1948 tras la creación del Estado de Israel.