Acción Contra el Hambre denuncia que más de un millón de afectados por el tifón Yolanda no tienen hogar

El tifón 'Yolanda' acabó con la vida de 6.300 filipinos hace un año
DANIEL BURGUI
Actualizado: domingo, 7 diciembre 2014 18:15

Filipinas es el segundo país del mundo que más desastres naturales sufre con 25 tifones anuales

MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

Acción Contra el Hambre ha denunciado este viernes que, doce meses después de que el supertifón 'Yolanda' asolara Filipinas, un millón de personas continúan si tener acceso a un hogar pese a los avances que se han conseguido en cuanto a reconstrucción y lucha contra la malnutrición.

"La cobertura de las necesidades básicas ha mejorado pero más de un millón de afectados siguen viviendo en tiendas o en albergues provisionales", ha recordado.

El 8 de noviembre de 2013 un supertifón, con vientos que alcanzaron los 300 kilómetros por hora, golpeó las islas de Leyte y Samar cambiando la vida de 14 millones de filipinos, convirtiendo en desplazados a 4 millones y acabando con la de 6.300 víctimas. Una cifra que podría haber sido mucho mayor a no ser por la alerta nacional y por la ayuda de organizaciones internacionales, pero también como ha subrayado Acción contra el Hambre, "gracias al trabajo y a la capacidad de recuperación del pueblo filipino".

Aunque es cierto que la ONG ha afirmado que en algunos aspectos Filipinas ha superado el tifón porque "se ha recuperado el ciclo de cosechas y las regiones afectadas producen comida de nuevo", solventando en gran medida los problemas de alimentación, no se puede dar por olvidado uno de los mayores desastres naturales vividos en el país.

Más allá de la reconstrucción de las viviendas, de las infraestructuras de agua y saneamiento o de la recuperación del tejido productivo y comercial, existen los daños psicológicos y sociales que tardarán más tiempo en curarse, hasta tal punto que Acción Contra el Hambre estima que la recuperación total de Filipinas puede extenderse hasta 10 años.

Según ha explicado Mónica Acosta, responsable geográfica de Acción contra el Hambre para Filipinas, de los 776 millones de dólares (unos 626 millones de euros) que se necesitaban para hacer frente al desastre, se consiguió recaudar el 60 por ciento. "Aunque no es todo lo necesario, es un dato ha destacar porque muchas veces se consigue menos", ha añadido para apuntar que solo su organización recaudó 25 millones.

Pero también ha puntualizado que aunque en un principio recibieron fondos de ayuda de gobiernos como el de España, Canadá o Estados Unidos, un año después el desastre ha pasado a un segundo plano, sobre todo eclipsado por otros de mayor actualidad y alarma social como el brote de ébola en África Occidental.

GESTIÓN Y PLANIFICACIÓN ANTE DESASTRES

Filipinas es el segundo país del mundo que más desastres naturales sufre, solo por detrás de Bangladesh, y pasan por su territorio geográfico una media de 25 tifones anuales.

Es precisamente aquí donde reside uno de los problemas fundamentales. Según ha explicado Ana Sánchez, referente de gestión de riesgo ante desastres naturales de Acción Contra el Hambre, el alto número tifones que azotan el país ha hecho que los filipinos no den la importancia necesaria al fenómenos incrementando el riesgo que corren.

Aunque 'Yolanda' era un tifón anunciado, en palabras de Ana Sánchez, no se podía saber exactamente cuál iba a ser su recorrido y la intensidad. "El cambio climático está produciendo un aumento en la intensidad y en la frecuencia de estos fenómenos naturales y el 95 por ciento de las víctimas viven en países en desarrollo", ha puntualizado para explicar que "Filipinas sufre todos los desastres que existen: volcanes, terremotos, inundaciones, sequías... no se libran de ninguno", ha añadido.

Por todo esto, la organización internacional quiere poner el foco en la gestión y la planificación para tratar de evitar que estos fenómenos se conviertan en desastres.

"El tifón ha provocado un cambio de paradigma en la forma en que los filipinos ven los desastres y la gestión del riesgo en general", ha reconocido la ONG.

Los filipinos dan nombre propio a los tifones que se producen cada año, Cada uno comienza con una de las letras del abecedario de la A a la Z. Solo en 2013, hubo más tifones que letras.

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