ROMA, 5 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Gloria Moreno) -
El viceprimer ministro y ministro de Exteriores italiano, Massimo D'Alema aseguró hoy que Italia está "muy preocupada" ante la escalada de violencia en Afganistán, donde, este fin de semana, han muerto decenas de civiles en diversos enfrentamientos.
"Es muy preocupante que haya violencia contra los civiles y que, entre la población afgana, se esté difundiendo un sentimiento de hostilidad contra los militares de la OTAN. Si esto sucediera sería la derrota más desastrosa", aseveró.
Visiblemente inquieto, consideró que "ahora es necesaria una reflexión muy seria sobre cómo están yendo las cosas y sobre qué se puede hacer para que vayan mejor". En este sentido, destacó la urgencia de evitar las muertes de civiles y revisar los errores cometidos, ya que "está claro" que ningún mando estadounidense ni de la OTAN puede haber dado una orden "de este género", señaló.
D'Alema, que hizo estas declaraciones en Bruselas tras el consejo de ministros de la UE, admitió que estos incidentes han provocado "gran turbación" en el país transalpino, un día antes de que la Cámara de los Diputados retome la votación del decreto sobre la refinanciación de la misión militar en Afganistán, el mismo que provocó la crisis de Gobierno hace sólo diez días al ser rechazado por el Senado.
Por otro lado, el ministro manifestó su apoyó al presidente afgano, Hamid Karzai, que ha decidido realizar una "investigación independiente", después de que numerosos testigos aseguraran que las tropas norteamericanas respondieron a un atentado disparando de forma indiscriminada contra un grupo de civiles. Después, "valoraremos los éxitos" de la investigación, apostilló D'Alema.
Por su parte, el primer ministro italiano, Romano Prodi, manifestó su compromiso con la paz asegurando que "en el Mediterráneo, no puede haber desarrollo sin la paz, sin un diálogo religioso y político".
'Il Professore', que hizo estas declaraciones en Milán, en el marco de un forum dedicado a las mujeres emprendedoras, lamentó la situación de "conflicto" en que vive inmerso el Mediterráneo, en alusión a los países de Oriente Próximo, e insistió en que "todos estamos llamados a contribuir" en el camino hacia la paz.
