NUEVA YORK, 24 Sep. (EP/AP) -
El presidente afgano Hamid Karzai reconoció ayer que su Gobierno está trabajando duramente en las conversaciones para conseguir "la vuelta al rebaño" de los seguidores de los antiguos dirigentes talibán, acusados de un reciente capítulo de insurgencia en Afganistán.
Karzai explicó que ya está en marcha un proceso de paz y reconciliación en el país, junto a los esfuerzos de su gobierno por traer de vuelta a los insurgentes, quienes no forman parte de la red terrorista de Al-Qaeda y que fueron "forzados a la decisión de abandonar Afganistán y a tomar las armas".
"Es extremadamente importante que este proceso continúe", explicó el dirigente durante el encuentro de alto nivel que tuvo lugar ayer en Nueva York y que él co-dirigió junto al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon.
A través de un comunicado remitido al final del encuentro de tres horas de duración, los 24 dirigentes participantes apoyaron los esfuerzos para llevar la paz a la región, enfrentarse a la amenaza terrorista y luchar contra el avance del comercio de la droga y la financiación de actos terroristas.
Ban admitió que los participantes también se mostraron de acuerdo en la necesidad por parte del presidente Karzai y los líderes afganos de "aumentar los esfuerzos por incluir una política del diálogo para la reconciliación nacional".
Preguntado acerca de las medidas que el Gobierno iba a adoptar para conseguir el regreso de los talibán a la normalidad, el líder afgano reconoció los intentos por "traerles de vuelta al rebaño y poder así participar en la reconstrucción del país". Además, señaló que identificar a quién debería participar en las conversaciones de paz "es tarea fácil".
"Aquellos que deseen tomar parte en construir un Afganistán democrática más fuerte y más próspera, son los buenos; los malos son, por supuesto, aquellos que continúan luchando", afirmó Karzai, quien, tras su encuentro con el presidente paquistaní Pervez Musharraf, definió la contribución de Pakistán como "muy, muy importante".
Ban reconoció el "enorme deseo" de todos los participantes de Naciones Unidas por "hacer más", además de confirmar su intención de "controlar estrechamente la situación de seguridad" en Afganistán. Naciones Unidas ha establecido recientemente nueve oficinas regionales más, que junto a las ya establecidas, supone un total de 17 en el país afgano.
"Cuando surge el diálogo político y la organización de planes de reconstrucción económica, Naciones Unidas apoya estas iniciativas guiando campañas internacionales", concluyó.
