KABUL 12 Oct. (EP/AP) -
El líder talibán, el mulá Omar, hizo hoy un llamamiento a los países vecinos a Afganistán para que ayuden a los milicianos a expulsar al Gobierno del presidente Hamid Karzai y a las fuerzas extranjeras.
En un comunicado publicado en Internet, cuya autenticidad no ha podido ser todavía confirmada, el mulá Omar afirma que "los vecinos deben ayudar a los afganos a conducir a las fuerzas occidentales fuera de Afganistán como les ayudaron durante la invasión de la Unión Soviética".
"Deben abandonar cualquier tipo de ayuda y entender que ellos (las fuerzas extranjeras) son un peligro para toda la región", señala el mensaje de Omar, colgado en una página web previamente utilizada por grupos insurgentes.
Tampoco se sabe cuándo fue publicado el mensaje, aunque éste incluye felicitaciones a todos los musulmanes por la festividad de Eid al Fitr, que se espera comience mañana como parte de las celebraciones del final del mes del Ramadán.
Afganistán está atravesando uno de los más violentos periodos desde la expulsión de los talibán del poder tras la invasión liderada por Estados Unidos hace ahora seis años. Más de 5.000 personas, la mayoría insurgentes, han muerto este año en incidentes violentos.
Los talibán a menudo comparan su lucha contra las tropas extranjeras con la guerra contra la ocupación del país por parte de la Unión Soviética en la década de los ochenta, cuando Pakistán e Irán, apoyados por Estados Unidos y Arabia Saudí, armaron a los talibán.
En estos años, el presidente Karzai ha ofrecido a los milicianos conversaciones de paz e incluso algún cargo en el Gobierno. Sin embargo, los talibán y su hombre fuerte, Gulbudin Hekmatyar, el líder del grupo miliciano Hezb i Islami, ha rechazado la propuesta, ya que afirman que las fuerzas extranjeras deben abandonar primero el país.
En el comunicado, el mulá Omar señala que las ofertas de Karzai han sido el resultado de la resistencia talibán en el campo de batalla, e indica que las tropas occidentales deben terminar con sus políticas "satánicas", incluidos los ataques aéreos que matan a civiles, y retirarse.
Además, hace un llamamiento a sus combatientes para que estén atentos a los civiles durante la batalla, ya que considera que el derramamiento de sangre debilita el apoyo a los milicianos entre los afganos.