MADRID 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Una unidad del Ejército Nacional Afgano (ANA) fue atacada ayer, domingo, en el distrito de Gullistán, en la provincia de Farah, cuando estaba siendo apoyada por tropas españolas sin que se registraran daños materiales ni personales, según informó a Europa Press un portavoz del Ministerio de Defensa.
El portavoz explicó que los hechos se produjeron cuando la unidad militar afgana estaba realizando una patrulla, acompañada por una sección --unos 25 militares-- de la Fuerza de Reacción Rápida (QRF) española de la Base de Apoyo Avanzado de Herat, por la localidad de Espand, situada en el distrito de Gullistán, en la provincia de Farah. Este mismo distrito fue el escenario el pasado miércoles de un enfrentamiento entre insurgentes y soldados españoles, que acudieron a auxiliar a la Policía afgana y repelieron con disparos y con el apoyo presencial de medios aéreos un ataque contra una comisaría.
Tan sólo cuatro días después de aquel enfrentamiento, en esta ocasión, los militares afganos y los españoles fueron atacados con armas cortas y decidieron reclamar el apoyo de medios aéreos y abandonar el lugar. El portavoz no pudo concretar qué aeronaves actuaron en Espand y si las tropas españolas abrieron fuego contra los insurgentes y se limitó a señalar que cuando los españoles regresaron a la zona del ataque comprobaron que no había presencia de insurgentes.
La última acción insurgente contra tropas españolas tuvo lugar en Herat el pasado 21 de noviembre. La Base de Apoyo Avanzado de Herat sufrió en sus inmediaciones por cuarta vez consecutiva en apenas dos meses varias explosiones (seis en total) sin que se registraran daños personales ni materiales.
La base logística bajo mando español sufrió el 17 de noviembre un incidente de similares características. El destacamento español escuchó varias deflagraciones a una distancia de la base estimada entre unos 500 y 1.000 metros sin que hallaran restos de los explosivos o proyectiles. Los días 4 y 30 de octubre la FSB sufrió otros dos incidentes idénticos. El 4 de octubre se registraron en las inmediaciones del complejo militar cuatro explosiones, localizadas a una distancia de entre 500 metros y un kilómetro. Las deflagraciones fueron causadas por proyectiles de artillería de 107 milímetros de calibre y no dejaron daños personales ni materiales.
Posteriormente, el 30 de octubre, tuvieron lugar nuevas explosiones en las cercanías de la base, sin que se hallaran en la zona rastros de explosivos ni cráteres.
El último ataque directo contra las tropas españolas tuvo lugar el 24 de septiembre cuando un artefacto explosivo activado con cable acabó con la vida de los soldados Estalyn Mera Vera y Germán Pérez Burgos y el intérprete afgano Rohulah Mousavi cuando viajaban a bordo de un vehículo BMR por la provincia de Farah.
España mantiene en Afganistán un contingente militar de 742 efectivos integrado en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF). El grueso de las tropas se concentra en la Base de Apoyo Avanzado de Herat (FSB) y al frente del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Badghis, con sede en Qala-I-Now.
Además de los oficiales destacados en los Cuarteles Generales central y oeste, el contingente se completa con un destacamento en Herat de 52 militares encargado de instruir a dos batallones del Ejército Nacional Afgano y con el contingente del Ejército del Aire con base en Manás (Kirguistán), dotado con aviones de transporte Hércules C130.
Al estar al mando de la Base de Apoyo Avanzado de Herat, España aporta el grueso de la Fuerza de Reacción Rápida (QRF), el primer destacamento militar en ser desplegado para auxiliar en misiones de seguridad a las tropas destacadas en la zona oeste (Ghor, Farah, Herat y Badghis).