KABUL, 19 Feb. (EP/AP) -
La Policía afgana abandonó hoy el distrito de Bakwa, en la provincia de Farah, tan sólo un día después de que un atentado perpetrado en esta zona costara la vida a cuatro agentes y otros dos resultaran heridos. Los policías trabajaban en las tareas de erradicación de cultivos de opio, muy abundantes en la zona.
El comandante de la sección occidental del Ejército afgano, el general Abdul Wahab Walizada, informó del repliegue, pero no especificó si las milicias talibán han asumido el control de la región.
La retirada también fue confirmada por el portavoz del jefe de la Policía de Farah, Baryalaj Jan, quien informó de que perdieron el contacto con los efectivos policiales de Bakwa a las 11:30 horas (8:00 hora peninsular española). Se desconoce si tuvieron que retirarse o si huyeron.
La Fuerza para la Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) tiene una pequeña presencia en la provincia, pero los responsables del cuerpo en Kabul invocan al Ministerio del Interior como responsable de las operaciones en la región.
Se desconoce quién cometió el atentado, pero Jan acusó a las milicias islámicas de los talibán, las cuales, aseguró, están implicadas en el tráfico de drogas, pero no aportó ninguna prueba para fundamentar sus argumentos.
Bakwa está cerca de la mayor región productora de opio de Afganistán, la provincia de Helmand, y es el segundo distrito que tienen que abandonar las fuerzas gubernamentales este mismo mes. El pasado 1 de febrero los talibán tomaron la ciudad de Musa Qala y los territorios circundantes, pero el Gobierno negocia con los líderes tribales un acuerdo para que los milicianos se marchen.
Cerca de 500 personas se reunieron ayer en la provincia de Ghor para protestar contra los intentos del Gobierno de erradicar el cultivo de opio. La cosecha de amapola experimentó en 2006 un incremento del 49 por ciento respecto al año anterior, hasta alcanzar las 6.700 toneladas, una cantidad con la que se pueden producir 670 toneladas de heroína.
En otro incidente registrado ayer, fuerzas canadienses de la ISAF mataron a un presunto miliciano en la ciudad de Kandahar. Los milicianos atacaron primero al convoy con un cohete, pero ninguno de los soldados resultó herido, informó un portavoz aliado, el capitán Alex Watsen. Un agente de Policía también murió en la escaramuza.