Afganistán.- Una rehén surcoreana dice en una carta que cedió su lugar para ser liberada a una compañera enferma

Actualizado: viernes, 24 agosto 2007 14:13

Las dos cooperantes puestas en libertad la semana pasada aseguran que nunca fueron maltratadas y suplican clemencia para sus compañeros

SEÚL, 24 Ago. (EP/AP) -

Una de las surcoreanas secuestradas en Afganistán ha enviado una carta a sus padres en la que cuenta que cedió su lugar para ser puesta en libertad a una compañera enferma. Además, asegura que está bien y les pide calma.

"Estoy bien y tengo buena salud. No os preocupéis", indica Lee Jee Young, de 32 años, en la carta que entregaron a su familia las dos cooperantes liberadas a mediados de este mes. En la nota, publicada por los medios locales surcoreanos, la mujer dice, además, que está "comiendo bien".

Lee fue secuestrada junto a 23 compañeros en el sur de Afganistán hace más de un mes por combatientes talibán que exigen la retirada de las tropas surcoreanas del país y la liberación de milicianos presos a cambio de la liberación de los cooperantes.

El grupo talibán responsable del secuestro ya ha matado a dos rehenes, pero en lo que denominaron un "gesto de buena voluntad" liberaron a dos mujeres el pasado 13 de agosto. Otros 19 surcoreanos (14 mujeres y cinco hombres) continúan secuestrados.

Las dos cooperantes liberadas, Kim Kyung Ja, de 37 años, y Kim Gina, de 32, llegaron a Seúl la semana pasada, donde han suplicado a los talibán la puesta en libertad del resto de compañeros, pero destacaron su especial preocupación por Lee en una entrevista a los medios locales.

LE DEJARON ESCRIBIR LA CARTA

Según explicaron, Lee fue elegida inicialmente para ser una de las dos liberadas, pero ella decidió ceder su lugar a otra mujer de forma voluntaria. "Estoy realmente preocupada por ella. Pero ellos (los talibán) le dejaron escribir una carta para su familia y le dijo a Jee Young que pronto sería liberada también", resaltó Kim Gina en una entrevista a la cadena de televisión Al Yazira.

Por otro lado, las dos cooperantes liberadas señalaron que el alivio y la alegría que sintieron por su puesta en libertad se ha visto siempre ensombrecida por la preocupación que sienten por sus compañeros.

"Cuando fuimos liberadas, en lugar de estar feliz, mi corazón se rompió mientras pensaba en los otros 19" rehenes, manifestó llorando Kim Kyung Ja, quien reclamó su rápida liberación.

Kim Gina, sentada en una cama de hospital al lado de la de Kim, explicó que todavía no ha dormido bien ninguna noche desde que llegó a Seúl y, como su compañera, pidió que los cooperantes puedan volver con sus familias. "Por lo que he oído, las enseñanzas del Islam respetan la vida y la familia", añadió.

Las dos mujeres aparecen en la entrevista vestidas con pijamas de hospital militar y están sentadas en camas. Mientras hablan, intentan todo el rato contener las lágrimas mientras hablan de sus compañeros secuestrados.

Por otra parte, las dos mujeres subrayaron durante la entrevista a lo que se dedicaban en Afganistán antes de ser capturadas. "Estuvimos en Mazar e Sharif haciendo cosas como dar medicinas a los pacientes, cortar el pelo a los niños, lavarles el pelo y jugar al fútbol con los niños... ese tipo de cosas", indicó Kim, quien afirmó que había planeado continuar en Kandahar para ayudar en un hospital y un colegio de la zona.

Recordando su tiempo de secuestro, Kim señaló que nunca fueron maltratadas porque los talibán les proporcionaban sus "necesidades básicas" como "comida, medicinas, agua, un lugar para dormir".