Archivo - Migrantes en la frontera bielorrusa - Ulf Mauder/dpa - Archivo
MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
La organización Amnistía Internacional ha denunciado este lunes las "devoluciones sumarias" de migrantes desde Polonia "aun conociendo perfectamente los abusos" que sufren en Bielorrusia, donde nuevas pruebas han evidenciado la "brutal violencia" que sufren por parte de las fuerzas bielorrusas.
Los migrantes, además, se enfrentan a otras violaciones de los Derechos Humanos en la frontera exterior de la UE, concretamente en Polonia, mientras que en el otro lado "son sometidos por las fuerzas de Bielorrusia a terribles torturas y otros malos tratos, así como a condiciones inhumanas, extorsión y otros abusos", según revelan las pruebas recogidas por AI.
La organización ha entrevistado a 75 personas --66 nacionales de Irak, 7 nacionales de Siria que viajaban desde Egipto, Líbano y Siria, un hombre libanés y otro de Sudán-- que llegaron a Bielorrusia entre julio y noviembre de 2021 con la falsa promesa de que podrían pasar fácilmente a la UE y después fueron expulsadas sumariamente por países de la UE, incluida Polonia.
Estos testimonios han revelado palizas y otros actos graves de tortura o malos tratos a manos de las fuerzas bielorrusas, como privación de alimento, agua, techo e higiene, así como robo de dinero y teléfonos móviles o extorsión para conseguir dinero. Estos abusos, además, habrían tenido lugar en el trayecto entre Minsk y la zona fronteriza con Polonia, Letonia y Lituania.
Allí, según relatan los migrantes, las autoridades bielorrusas conducían en grupos a estas personas a "puntos de reunión" situados en la zona vallada y después las obligaban violentamente a cruzar a Polonia, mientras las perseguían con perros y las obligaban a vadear ríos helados. Una vez llegan a este punto, no se les permite irse ni retroceder hacia zonas no valladas accesibles a la población civil, quedando atrapados en condiciones inhumanas durante días o semanas, lamenta la organización.
Las fuerzas de seguridad bielorrusas, por otro lado, no solo golpeaban a los migrantes cuando llegaban a la zona vallada de la frontera, sino que a menudo también les robaban los teléfonos y el dinero. En este contexto, Amnistía Internacional ha recordado a Minsk que el derecho internacional de los Derechos Humanos protege el derecho a pedir asilo, así como el derecho a no sufrir tortura y otros malos tratos.
"Bielorrusia viola de manera flagrante estos derechos, a pesar de ser Estado Parte en tratados internacionales que los protegen", ha criticado en un comunicado compartido este lunes.
LA DEVOLUCIÓN SUMARIA, UNA PRÁCTICA COMÚN
La investigación de AI también ha puesto el foco de atención sobre Polonia, donde la mayoría de personas que lograron cruzar han sido arrestadas y devueltas inmediatamente por soldados polacos al cabo de unos cuantos cientos de metros.
De hecho, todas las personas con quienes Amnistía Internacional ha hablado, excepto una, han sido devueltas a Bielorrusia sin el debido proceso, denuncia la organización, que critica que a pesar de expresar su intención de solicitar asilo en la UE, se han visto envueltas en "una larga serie de expulsiones masivas sistemáticas que vulneran totalmente el derecho internacional y la legislación de la UE".
En este contexto, y a pesar de que las fuerzas de seguridad polacas veían claramente los malos tratos que sufrían las personas solicitantes de asilo y migrantes del lado bielorruso, seguían devolviéndolas al otro lado de la frontera.
Asimismo, los migrantes han denunciado que las fuerzas de seguridad polacas con frecuencia les han dañado sus teléfonos y en ocasiones les han tratado violentamente, por ejemplo, rociando a niños con pulverizadores de pimienta y empujando a adultos a los ríos.
Por tanto, AI ha lamentado que Polonia viola "claramente" el derecho y las normas internacionales, incluida la prohibición de la tortura y otros malos tratos, ya que, según el principio de no devolución, las autoridades no deben enviar a la fuerza a ninguna persona a un país o territorio donde corra riesgo de ser sometida a torturas u otros malos tratos.
En este marco, además, la organización ha criticado que la Comisión Europea no ha iniciado ningún procedimiento judicial para defender y hacer respetar la legislación de la UE.
"Miles de personas --muchas de las cuales huyen de guerras y conflictos-- están atrapadas en Bielorrusia en lo más crudo del invierno y en condiciones extremadamente precarias. En vez de recibir la atención que necesitan, estas personas son sometidas a una brutal violencia", ha lamentado la investigadora sobre derechos de las personas refugiadas y migrantes de AI, Jennifer Foster. .
Foster ha insistido en que Minsk "debe dejar de ejercer esta violencia de inmediato", mientras que los Estados miembros de la UE "deben dejar de negar a las personas la posibilidad de escapar de estas atroces violaciones, y por supuesto, no devolverlas a Bielorrusia para que las sufran una y otra vez".