MADRID 10 May. (EUROPA PRESS) -
La ONG Amnistía Internacional ha denunciado que miles de presos políticos se encuentran encarcelados sin cargos en prisiones de Eritrea, de algunos de los cuales "nunca se vuelve a saber nada", 20 años después de conseguir la independencia de Etiopía.
Veinte años después de la independencia, muchas personas contrarias al Gobierno, periodistas, personas que profesan una religión no registrada en el país, o aquellas que intentaron eludir el servicio militar o abandonar el país se encuentran retenidos sin cargos en prisiones de Eritrea en condiciones "inimaginablemente atroces", de acuerdo con el comunicado difundido este jueves por la organización.
"El Gobierno ha utilizado sistemáticamente detenciones arbitrarias y sin cargos para reprimir a la oposición, silenciar a los disidentes y castigar a cualquier persona que se negase a cumplir las restricciones represivas las cuales ponen en riesgo la vida de las personas", ha declarado Claire Beston, investigadora de Amnistía en Eritrea.
"Después de 20 años de las exultantes celebraciones por su independencia, Eritrea es uno de los países más represivos, opacos e inaccesibles en el mundo", ha proseguido.
AI ha afirmado que considera que al menos 10.000 presos políticos han sido encarcelados por el Gobierno del presidente, Isaias Afewerki, quien legisla el país desde 1993. Sin excepción conocida, de acuerdo con Amnistía, hasta el momento no se conoce a un sólo preso político que haya sido acusado de un delito o juzgado, que haya tenido acceso a un abogado o comparecido ante un juez para determinar la legalidad y necesidad de su arresto.
Incluso, en la "gran mayoría" de los casos, las familias de los presos no han recibido información de su paradero y en muchas ocasiones no han vuelto a hablar con ellos tras su detención, ha denunciado la ONG. La tortura, utilizada a modo de castigo o para el interrogatorio o como método de coerción, se utiliza de manera "generalizada", ha destacado.
Hay una extensa red de centros de detención a lo largo y ancho de Eritrea. Muchos de ellos "son conocidos, otros, son secretos", por lo que el número total de cárceles "se desconoce", ha enfatizado AI. En cualquier caso, ha puntualizado, todas están masificadas y sucias, además de que la comida y bebida son "escasas".
TESTIMONIOS
Uno de los presos que lleva más tiempo en la cárcel ha declarado a Amnistía Internacional que no pueden descansar en la celda subterránea y que lo mejor "es estar de pie" porque si uno se acuesta la "piel se pega al suelo". "El piso transmite un calor terrible", ha afirmado.
"La habitación mide dos metros y medio por tres metros y en ella hay 33 personas. Hace mucho calor. La puerta está cerrada, el techo es bajo, de unos dos metros" y "la temperatura es de cerca de 50 grados", ha subrayado otro preso.
"Un chico, de unos 17 años, estuvo a punto de morir. No teníamos permiso para hablar, pero aún así, golpeamos la puerta. (Los guardias) nos dijeron que nos matarían si no dejábamos de gritar. No podíamos hacer nada para ayudarlo", ha agregado.
Amnistía ha instado a Afewerki a que libere "inmediatamente" a todos los presos de conciencia detenidos por haber ejercido "pacíficamente" sus derechos de libertad de expresión, opinión, reunión, religión, ideología, entre otros cargos.