MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) ha solicitado este miércoles al Gobierno de Bahréin que libere "inmediatamente" al prominente activista Nabil Rajab, quien permanece detenido desde julio de 2012 y que ha sido condenado a dos años de cárcel por organizar sendas manifestaciones contra el Ejecutivo.
"Una negativa a la hora de liberar a Rajab el viernes --fecha en la que se cumplen dos tercios de su condena-- dejará claro que su encarcelamiento no tiene nada que ver con la justicia o la ley, sino que tiene como objetivo silenciarle", ha dicho la subdirectora para Oriente Próximo y Norte de África de AI, Hassiba Hadj Sahraoui.
Rajab, que era presidente del Centro por los Derechos Humanos de Bahréin (BCHR) en el momento de su detención, fue condenado en agosto de 2012 a tres años de cárcel, una por cada protesta en la que estuvo presente, si bien la pena fue posteriormente reducida a dos años.
Rajab había sido llamado a declarar por la fiscalía en reiteradas ocasiones en los últimos meses y permaneció detenido entre el 5 y el 28 de mayo de 2012 y de nuevo a partir del 6 de junio a causa de unas afirmaciones que hizo a través de su cuenta de Twitter en las que pidió la dimisión del primer ministro, Jalifa bin Salman Al Jalifa.
"Para empezar, Rajab nunca debió haber sido encarcelado. Como defensor de los Derechos Humanos debería estar autorizado a llevar a cabo su trabajo sin intimidaciones o amenazas de represalias", ha agregado.
En este sentido, Hadj Sahraoui ha sostenido que "su arresto, detención y juicio demuestran la descarada falta de respeto de las autoridades bahreiníes por los Derechos Humanos y la libertad de expresión".
"No sólo ha estado detenido ilegalmente desde hace más de un año, sino que lo ha estado en condiciones inhumanas y humillantes", ha manifestado. El observador de AI presente en el juicio contra el activista informó de que Rajab denunció malos tratos durante su encarcelamiento.
"Su detención por participar en protestas pacíficas demuestra hasta dónde llegarán las autoridades bahreiníes para aplastar a los opositores. Este caso demuestra que, pese a las promesas de reformas, Bahréin continúa violando sus obligaciones con los Derechos Humanos", ha remachado Hadj Sahraoui.
CONTEXTO POLÍTICO
El emirato, aliado de Estados Unidos y las monarquías del Golfo, ha reprimido violentamente las protestas prodemocráticas en el territorio. En dicho contexto, impuso la Ley de Seguridad Nacional en marzo de 2011, lo que conllevó la entrada de tropas saudíes y emiratíes en el país para aplastar las protestas.
La oposición ha denunciado en reiteradas ocasiones las medidas violentas utilizadas por las fuerzas de seguridad y ha afirmado que han fallecido más de 80 personas desde el inicio de las protestas, la mayoría de ellas por inhalación de gases lacrimógenos y atropellos de vehículos policiales.
Asimismo, desde el inicio de la represión de las autoridades contra los manifestantes, ONG internacionales como AI, Human Rights Watch (HRW) o Reporteros Sin Fronteras (RSF) han emitido múltiples comunicados para denunciar la situación de Derechos Humanos en el país y pedir a la comunidad internacional una postura activa de presión sobre el Ejecutivo.
En enero, el monarca hizo una propuesta de diálogo a la oposición, que respondió que la misma "es vaga y está cubierta de niebla", al tiempo que destacó que "no refleja un acercamiento real y serio para responder a las demandas de la población". La siguiente reunión se celebrará el 28 de agosto.
El anterior proceso de diálogo para intentar poner fin a la crisis política en Bahréin concluyó en julio de 2012 sin alcanzar ningún acuerdo por la retirada de Al Wefaq, que denunció que estaba infrarrepresentado en la mesa de diálogo.
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