Un alcalde rumano inicia una huelga de hambre por los recortes en calefacción

Actualizado: martes, 22 noviembre 2011 16:46

BUCAREST, 22 Nov. (Reuters/EP) -

El alcalde de la ciudad de Brad, en el oeste de Rumanía, ha iniciado una huelga de hambre para protestar por los recortes que ha hecho el Gobierno central en los subsidios para la calefacción como parte de sus medidas de austeridad.

Florin Cazacu ha dicho que 10.000 de los 17.000 vecinos de Brad están soportando temperaturas muy bajas en sus casas porque el Ayuntamiento no ha recibido 3 millones de leus (casi 689.000 euros) de los presupuestos del Estado para comprar fuel oil para la temporada invernal.

"La gente está pasando frío y por eso he iniciado esta protesta", ha declarado a la agencia Reuters. "Cuando presté juramento (...), me comprometí a hacer todo lo que estuviese en mi mano y dentro de mis competencias por el bien de los habitantes", ha explicado.

"Estaré en huelga de hambre el tiempo que haga falta (...). Finalizaré la protesta cuando el gobierno nos conceda los fondos necesarios", ha añadido.

Durante los últimos años del régimen comunista de Nicolae Ceausescu, las autoridades cortaban la calefacción a menudo para ahorrar y así poder pagar la deuda externa de Rumanía. Aunque desde entonces ha aumentado el nivel de vida, los inviernos siguen siendo duros para muchos rumanos.

En la región donde está Brad, por ejemplo, se alcanzan incluso los 30 grados bajo cero. En esta ciudad, las viviendas no están conectadas a una red de gas, así que la gente está usando radiadores eléctricos, lo que ha provocado apagones frecuentes por la deficiente red de suministro.

El año pasado, el Gobierno rumano introdujo unas duras medidas de austeridad, como la reducción de salarios y el aumento del IVA hasta uno de los niveles más altos de la Unión Europea.

Rumanía se ha comprometido con el Fondo Monetario Internacional --con el que está negociando para conseguir una ayuda de 5.000 millones de euros-- a liberalizar el mercado del gas y la energía, elevar los precios regulados y eliminar los subsidios públicos para la calefacción centralizada.