BERLIN, 14 Nov. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Rosa Aranda) -
En los últimos años están aumentando los casos de "falso patriotismo económico" en los que las adquisiciones o fusiones de empresas más allá de las fronteras nacionales encuentran una fuerte oposición por parte de la política, escribe hoy el ministro alemán de Economía, Michael Glos, en el diario económico 'Handelsblatt'.
El caso del la OPA lanzada por el consorcio energético alemán sobre la eléctrica española Endesa sería un claro ejemplo de ello, señala Glos. Pero hay muchos otros casos similares, como los frenos impuestos a inversores italianos en el sector de la energía en Francia, la reacción de Luxemburgo ante los planes de adquisición de Arcelor el consorcio anglo-indio Mittal, las maniobras de Polonia ante la posible entrada de italianos en su sector bancario o la frustrada adquisición de la empresa de los puertos estadounidenses por Dubai Ports World.
"Alemania es uno de los países que más provecho saca de la integración económica europea y mundial", indica Glos en la edición de hoy del rotativo financiero alemán. "Y esto no sólo se puede ver en nuestras cifras de exportación, sino también en la participación directa de capital que muchas empresas alemanas tienen más allá de nuestras fronteras", añade.
Además de ello, continúa el político, Alemania es uno de los países en los que aterrizan más inversiones extranjeras. "Con respecto a los países que reciben más inversiones extranjeras ocupamos el cuarto lugar en el grupo de países de la OCDE. En los últimos diez años se han invertido en nuestro país 425.000 millones de dólares estadounidenses procedentes de inversiones de otros países", precisa Michael Glos.
Sin embargo este panorama se está modificando en los últimos años y "cada vez veo más casos de proteccionismo", añade el ministro alemán. Las operaciones económicas que traspasan las propias fronteras nacionales requieren un análisis y estudio que, a juicio de Glos, debe llevarse a cabo a nivel empresarial y sólo en casos muy especiales, puede hacerse desde el Estado.
Michael Glos recalca que son las empresas las que deben tomar la decisión final y que la política sólo puede participar en casos muy concretos y bajo muy determinadas circunstancias.
En Alemania, por ejemplo, el derecho contempla la posible participación del Gobierno en este tipo de operaciones, pero sólo en el caso de que se pretenda absorber o adquirir más de un 25% del capital de una empresa dedicada a la fabricación de armas en Alemania, concreta Michael Glos.
