BERLÍN, 10 Jun. (Reuters/EP) -
Representantes de los dos gobiernos enfrentados en Libia se han reunido este miércoles en Berlín con miembros de diferentes administraciones europeas, de los que han escuchado peticiones para cerrar un acuerdo de paz cuanto antes con la amenaza yihadista como telón de fondo.
Las partes han trasladado a Alemania el debate sobre la última propuesta de la ONU, que esta semana planteó una nueva 'hoja de ruta' para resolver la enconada disputa entre el Gobierno autoproclamado en Trípoli y el instalado en el este, reconocido por la comunidad internacional.
El ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ha advertido de que "si no hay acuerdo en los próximos días o semanas", ninguno de los presentes en la mesa de negociaciones sacará rédito alguno. "Los ganadores serán otros grupos radicales, Estado Islámico principalmente", ha apostillado.
El jefe de la diplomacia alemana ha apelado a la "oportunidad" abierta con la mediación de la ONU, "ya que no habrá muchos más". En este sentido, ha apuntado que "quizás esta sea la última oportunidad para impedir el completo colapso en Libia", país marcado por las luchas de poder desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011.
El enviado especial de Naciones Unidas para Libia, el español Bernardino León, ha insistido este miércoles en que "no hay más tiempo" que perder y ha subrayado que "cada día, cada hora es importante".
León volverá a reunir a las partes en Marruecos para debatir la propuesta de acuerdo. Según Steinmeier, la atmósfera que se desprende de estas negociaciones es "muy alentadora", si bien no existe ningún compromiso cerrado por ninguno de los dos bandos.
El Gobierno rebelde de Trípoli y su Parlamento han aceptado la propuesta de la ONU, pero no así la administración oficial, donde hay quien incluso ha boicoteado el encuentro de Berlín. El Parlamento reconocido internacionalmente reprocha a Naciones Unidas que dé legitimidad a los rebeldes al prometerles parte del poder.