MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
Seis hombre de la minoría religiosa suní estarían a punto de ser decapitados en Irán después de que las autoridades del país los transfiriesen esta mañana a la sección de cuarentena de la prisión Rajai Shahr, en Karaj, según ha denunciado Amnistía Internacional.
Los hombres, que serán llevados a la horca posiblemente durante el día de mañana, han llevado a cabo una huelga de hambre en señal de protesta. La Sección 28 del Tribunal Revolucionario de Teherán les declaró culpables de 'hacer la guerra contra Dios' delito conocido como 'moharebeh' y penado por la ley islámica. Todos ellos negaron cualquier participación en actividades armadas o violentas.
Las familias de los prisioneros han dicho a Amnistía Internacional que están de camino a Karaj, después de que las autoridades penitenciarias les confirmasen que podrían tener una última visita con sus seres queridos.
"Este horroroso final no tiene que suceder. Desde Amnistía pedimos con urgencia a las autoridades iraníes que detengan las ejecuciones y anulen las sentencias de los seis detenidos", ha dicho la directora adjunta de Oriente Próximo y Norte de África de Amnistía Internacional, Hassiba Hadj Sahraoui.
Cuatro de ellos han sido acusados de asesinar a un clérigo suní vinculado con las autoridades iraníes en septiembre de 2009, pero los condenados reclaman que fueron detenidos meses antes de este asesinato. Todos ellos se encuentran entre los 33 suníes que esperan en el corredor de la muerte en Irán y mantienen que su delito fue practicar su religión y formar parte de seminarios suníes.
"Las autoridades iraníes han estado jugando todo el tiempo con la vida de estos prisioneros, causándole una angustia inimaginable a ellos y a sus familias con ejecuciones simuladas paradas en el último minuto", ha dicho Hadj Sahraoui.
En junio de 2014, las autoridades de Irán interrumpieron la ejecución de cuatro de estos hombres después de las apelaciones de Amnistía Internacional y otras organizaciones de Derechos Humanos.
Irán es el segundo país con más ejecuciones del mundo, después de China. De acuerdo con cifras de Amnistía Internacional, las autoridades de Irán reconocieron oficialmente 369 ejecuciones durante 2013. Sin embargo, fuentes fiables han confirmado a la ONG que las cifras reales rebasarían las 700 ejecuciones en ese mismo año. La tendencia, que afecta especialmente a minorías étnicas y religiosas, ha continuado en la misma línea desde entonces.
