León del zoo de Taiz (Yemen)
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Actualizado: jueves, 25 febrero 2016 13:42

DUBAI, 25 Feb. (Reuters/EP) -

Los enfrentamientos, las bombas y el asedio de las milicias que han impedido el acceso al agua y a la comida y que han causado la muerte a cientos de personas en la ciudad de Taiz, en el sur de Yemen, también están acabando con los animales del zoo local.

Leones esqueléticos y cubiertos de llagas y leopardos que mueren de hambre son otra muestra del sufrimiento que vive el país. Hasta ahora han muerto once leones de los 20 que tenía el zoo y seis de los 26 leopardos de Arabia, además de otros animales como ciervos, monos, puercoespines, linces y águilas. Los trabajadores utilizan a los animales muertos para alimentar a los que quedan vivos.

"Cuando llegué por primera vez, la situación era terrorífica. Los animales tendrían que comer diariamente y no cada cinco días. Estaban sangrando, enfadados y luchaban entre ellos por cualquier sobra para poder comer", ha denunciado uno de los trabajadores voluntarios del zoo. "Era una imagen del infierno en la tierra", ha añadido.

Según ha explicado, el número de trabajadores ha descendido hasta 17 y todos ellos trabajan por amor a los animales porque hace meses que no cobran. "Lo están haciendo lo mejor que pueden teniendo en cuenta la escasez", ha explicado a Reuters.

CAMPAÑA EN REDES SOCIALES

A principios de febrero, los trabajadores del zoo publicaron fotografías en las redes sociales frente a las jaulas de los animales con carteles en los que se podía leer, "SOS zoo de Taiz, los animales se están muriendo de hambre".

Estas imágenes llegaron hasta Malmoe, Suecia, en donde la banquera y amante de los animales Chantal Jonkergouw inició una campaña de financiación para conseguir alimento y comida.

En menos de dos semanas han recaudado casi 33.000 dólares (30.000 euros), que se han invertido en pagar al personal, en operar a los leones con heridas abiertas y en alimentar a los grandes felinos.

"Me afecta ver animales enjaulados, explotados o hambrientos", ha explicado Jonkergouw a Reuters por teléfono.

A pesar de las críticas que ha recibido por no ayudar a las cerca de 240.000 personas de la ciudad que también están en una situación crítica, Jonkergouw ha asegurado que tanto ella como su equipo se centrarán en su misión de ayudar a los animales.

"Las personas han causado este conflicto. Por supuesto hay gente inocente en problemas, pero los humanos pueden huir o desarrollar algún tipo de alternativa. Los animales nunca tienen esta opción. No es justo y tenemos la obligación de ayudarles", ha defendido.

MÁS DE 6.000 MUERTOS

Las milicias locales y el grupo armado huthi se disputan la ciudad de Taiz. Los residentes han denunciado el bloqueo que ejercen los rebeldes sobre la ayuda y el bombardeo de objetivos civiles como hospitales

Las fuerzas leales al Gobierno libran desde hace un año una batalla por el control del país frente a los rebeldes huthis, que cuentan con el respaldo de tropas leales a Alí Abdulá Salé, dirigente del país hasta las revueltas de 2011. El Ejecutivo, por su parte, tiene el apoyo de una coalición liderada por Arabia Saudí y que realiza desde marzo de 2015 una ofensiva de ataques aéreos contra la insurgencia.

Unas 6.000 personas --aproximadamente la mitad civiles-- han muerto, según la ONU, desde que en marzo la coalición comenzara sus ataques sobre Yemen. En Taiz, al menos 1.600 personas han muerto desde que comenzó la guerra, según fuentes médicas de la ciudad.

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