Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 22:08

KAMPALA, 11 Nov. (Reuters/EP) -

   La firma del acuerdo de paz entre el Gobierno de República Democrática del Congo (RDC) y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) ha sido aplazada por discrepancias en relación a la consideración teórica del texto puesto sobre la mesa, según el ministro de Asuntos Exteriores ugandés, Okello Oryem.

   El acto estaba previsto para las 18.00 hora local (16.00 hora peninsular en España) en la localidad ugandesa de Entebbe, pero según Oruem existen diferencias entre el Gobierno y el M23 acerca de si lo que firman es "un acuerdo de paz o una declaración".

   "Están de acuerdo en el contenido, pero no en el título", ha explicado el ministro en declaraciones a la agencia Reuters. El Gobierno congoleño habría manifestado su intención de "firmar una declaración", ha añadido Oruem, que no ha especificado nueva hora o fecha.

   El ministro congoleño de Exteriores, Raymond Tshibanda, declaró el pasado viernes a Reuters que el Gobierno daría de plazo al M23 hasta este lunes para firmar.

LA REBELIÓN

   Apenas una semana después de que el presidente del M23, Bertrand Bisimwa, declarara el final de la revuelta armada, el movimiento rebelde ha dejado de existir como tal. El comandante en jefe del M23, Sultani Makenga, y cientos de sus correligionarios escaparon la semana pasada a Uganda y se entregaron a las autoridades de este país después de ser desalojados militarmente de sus últimas oposiciones en la provincia de Kivu Norte.

   Una fuente gubernamental ugandesa ha asegurado, citada por Radio France International (RFI), que cerca de 1.600 milicianos han entrado en Uganda a lo largo de las tres últimas semanas a causa de la ofensiva y fuentes de la ONU en Kivu Norte han estimado en 400 el número de rebeldes que han muerto desde el pasado mes de julio, cuando se rompió el alto el fuego firmado en diciembre de 2012.

   En mayo de 2012, cuando los rebeldes se alzaron en armas, disponían aproximadamente de 1.500 combatientes, pero en marzo de 2013 el M23 ya estaba dividido en dos facciones, la una liderada por su antiguo presidente Jean Marie Runiga y la otra comandada por el criminal de guerra Bosco Ntaganda, quien huyó por entonces a Ruanda junto a 600 compañeros y que se encuentra actualmente en poder del Tribunal Penal Internacional (TPI).