Arbour pide que se hagan "todos los esfuerzos" para lograr el cese de hostilidades en Oriente Próximo

Actualizado: viernes, 11 agosto 2006 17:45


GINEBRA, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, consideró hoy "imperativo" que se hagan "todos los esfuerzos" posibles con el fin de acabar con las hostilidades entre Israel y Hezbolá y "salvar vidas", al tiempo que instó nuevamente a ambas partes a "cumplir con sus obligaciones en virtud de los Derechos Humanos y el derecho humanitario".

Arbour hizo estas declaraciones en su discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, reunido hoy en sesión extraordinaria a petición de los países de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) para abordar la situación en Líbano, en el que subrayó que la investigación independiente que se pide desde algunos sectores de la comunidad internacional debe abordar "todas las violaciones de todas las partes".

Según la Alta Comisionada, el alto número de víctimas civiles tanto en Líbano como en Israel, así como el desplazamiento de la población y la destrucción de infraestructuras "requieren la intervención de este Consejo para inculcar a las partes en conflicto la necesidad urgente de cumplir con sus obligaciones en virtud de los Derechos Humanos y del Derecho Humanitario Internacional".

"Es imperativo --añadió-- que dediquemos todos nuestros esfuerzos a un inmediato cese de las hostilidades, para salvar vidas y garantizar justicia a las víctimas y responsabilidad por las violaciones de Derechos Humanos y el derecho internacional humanitario". En este sentido, Arbour recordó que "bajo ninguna circunstancia puede privarse a alguien de su vida" y en las acciones militares "hay que distinguir entre civiles y combatientes", "no siendo nunca los civiles objetivo de un ataque intencionado directo".

Asimismo, insistió en que el advertir a la población civil antes de un ataque "no libera a las partes de sus otras obligaciones en virtud del Derecho Internacional Humanitario" y en que los civiles no deben ser utilizados como "escudos" humanos. Cuando esto no se respeta, previno Arbour, se pueden presentar cargos criminales de forma personal, "en especial contra aquellos en posición de mando y control".

En esta línea, recordó a "todos los beligerantes que se pueden cometer crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad incluso por aquellos que creen, de forma acertada o no, que su lucha es justa y su causa merece la pena seguirla".

Arbour hizo alusión en su discurso a los "continuados ataques israelíes que afectan a civiles", mencionando específicamente el de Qana el 30 de julio, pero también al "incesante lanzamiento (de cohetes) por parte de Hezbolá contra zonas densamente pobladas en el norte de Israel que ha llevado muerte y destrucción". Según la responsable de la ONU, es necesario "aclarar una situación en la que se da a hechos y acusaciones el mismo crédito pero sin el beneficio de una revisión sistemática, independiente y creíble".

A este respecto, se hizo eco de las peticiones de una investigación internacional sobre las violaciones a los Derechos Humanos cometidas en Israel y Líbano, y subrayó que ésta "debería abordar todas las violaciones por todas las partes, y sentar las bases para posibles medidas de reparación y responsabilidad".

Según Arbour, que dijo estar "especialmente preocupada" por la situación humanitaria en el sur de Líbano, "el compromiso del Consejo (de DDHH) de exponer todas las violaciones de los Derechos Humanos y de atender los llamamientos de las víctimas reclamando compensaciones y justicia ayudará a los afectados por este conflicto a comenzar a reconstruir sus rotas vidas".

BORRADOR DE DECLARACIÓN

El borrador de declaración presentado por 22 países, entre ellos Egipto, Jordania, Siria o Túnez, además del propio Líbano y los palestinos, "condena enérgicamente las graves violaciones de los Derechos Humanos e infracciones del Derecho Internacional Humanitario cometidas por Israel en Líbano" e "insta a Israel a que cumpla de manera inmediata y escrupulosa sus obligaciones en virtud de las normas de Derechos Humanos" y "ponga fin inmediatamente a las operaciones militares".

Por último, estipula el envío urgente de "una comisión de investigación de alto nivel" para investigar "los ataques sistemáticos contra civiles" por parte de Israel, "los tipos de armas utilizados" y evaluar "la magnitud y el efecto letal de los taques israelíes".

Asimismo, "insta a la comunidad internacional a que preste con urgencia al Gobierno de Líbano asistencia humanitaria y financiera para que pueda ocuparse de la catástrofe humanitaria cada vez más grave, la rehabilitación de las víctimas, el regreso de las personas desplazadas y el restablecimiento de la infraestructura esencial".

EL ODIO EN LA REGIÓN, EL PEOR EN DOS DÉCADAS

Por su parte, el responsable de la ONU para Asuntos Humanitarios, Jan Egeland, consideró hoy que el odio que están demostrando todas las partes en Oriente Próximo actualmente es el mayor que ha visto en las dos décadas que lleva intentando ayudar a esta región a lograr la paz.

"Nunca he visto países tan polarizados como durante esta última visita", declaró Egeland, que visitó Líbano, Israel y la franja de Gaza a finales de julio. "Había una ira colectiva en Líbano, todo el mundo estaba en contra de la masacre indiscriminada israelí", señaló, en una entrevista concedida a Associated Press.

"En Israel, había un frente unido para apoyar fuertes medidas militares. En las zonas palestinas, nunca les he visto con tanto odio generalizado como ahora", añadió, subrayando que "hay que calmarlo".

Egeland dijo que cuenta con que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una resolución que detenga los enfrentamientos para que los trabajadores humanitarios puedan entregar ayuda a la gente que ha quedado bloqueada tras un mes de conflicto y sirva de primer paso para llegar a un acuerdo de paz final en Oriente Próximo.

"Todo el mundo quiere ahora encontrar una solución política permanente", añadió. "La situación es explosiva y hay que desactivarla", aseveró Egeland, subrayando que "uno no puede seguir retrasando el conflicto".