TOKIO 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha condenado este jueves el secuestro de ciudadanos japoneses, junto a otros extranjeros, por parte del grupo islamista 'Firmantes con sangre' en una estación de tratamiento de gas natural ubicada en el este de Argelia.
En una rueda de prensa, Abe ha expresado su repudio a esta acción y ha adelantado que el Gobierno de Japón "nunca aceptará los secuestros ni la toma de rehenes", independientemente de quiénes sean los autores y las víctimas, según informa la agencia de noticias Kiodo.
Además, ha anunciado la creación de un equipo de trabajo para abordar la crisis y ha ordenado a su Gabinete que haga todo lo posible para conseguir la liberación de los rehenes japoneses, lo que incluye cooperar con Argelia y otros países relevantes.
Por su parte, el jefe de Gabinete, Yoshihide Suga, ha indicado que Japón ha solicitado, a través de canales diplomáticos, a las autoridades argelinas que garanticen la seguridad de los rehenes japoneses.
La empresa japonesa JGC ha confirmado en un comunicado que varios de sus trabajadores, todos ellos de nacionalidad nipona, han sido secuestrados, aunque no ha especificado el número. Fuentes de JGC han revelado a la agencia de noticias Jiji que serían cinco.
Ayer, milicianos de 'Firmantes con sangre', liderado por el ex dirigente de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) Mojtar Belmojtar, irrumpieron en la estación gasística de la wilaya de Illizi y tomaron como rehenes a al menos una veintena de trabajadores argelinos, estadounidenses, británicos, franceses y japoneses.
El grupo islamista ha solicitado abandonar Argelia junto a los rehenes y el fin de la "brutal agresión" francesa en Malí, advirtiendo a París y a los demás países de origen de los rehenes de que serán "responsables" de lo que les pueda pasar, si no cumplen sus demandas.