MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El Gobierno argelino ha informado a Francia de la prohibición del uso de su espacio aéreo a aeronaves militares francesas en un nuevo escalón de la crisis abierta entre ambos países a raíz de unas declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron.
Macron calificó a Argelia el pasado jueves de "sistema político-militar" basado en la "renta histórica" y con una "historia oficial reescrita" en una reunión con descendientes de figuras destacadas de la guerra de independencia argelina.
"Estas declaraciones son un ataque intolerable a la memoria de los 5.630.000 valientes mártires que sacrificaron su vida en la heroica resistencia a la invasión colonial francesa", respondió la Presidencia argelina en el comunicado en el que anunciaba la llamada a consultas de su embajador en París.
Fuentes de Argel y París citadas por 'Le Figaro' han explicado que los aparatos franceses no podrán sobrevolar territorio argelino como lo hacían habitualmente en el marco de la Operación Barkhane, el despliegue militar francés contra los grupos yihadistas en la región del Sahel.
La noticia llegó al Estado Mayor francés el domingo por la mañana, cuando al presentar sus planes de vuelo, se percataron de que no contaban con las autorizaciones de sobrevuelo argelinas.
Sin embargo, por el momento no se habría recibido ninguna notificación oficial. Hasta ahora la medida ha provocado el aplazamiento de la partida de dos vuelos logísticos.
Otras fuentes citadas por el canal Russia Today, sostienen por el contrario que esta decisión, "tomada por el presidente Abdelmayid Tebune", probablemente "impacte seriamente las operaciones militares francesas y corrija un error estratégico cometido por el expresidente" argelino Abdelaziz Buteflika.
Argelia acordó permitir el sobrevuelo de su espacio aéreo a principios de 2013 para permitir el paso al norte de Malí, donde había intervenido como parte de la Operación Barkhane. El entonces ministro de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, le había dado las gracias públicamente.
La escalada de tensión coincide con el anuncio francés de la drástica reducción del número de visados concedidos a ciudadanos de Argelia, Marruecos y Túnez con el argumento de que estos países no cooperan en el proceso de deportaciones.