MADRID 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Al menos 185 personas han muerto como consecuencia del terremoto de 7,2 de magnitud en la escala Richter que sacudió este martes la región de Bisayas Centrales, en el centro de Filipinas, según el último balance ofrecido domingo por el Consejo Nacional para la Reducción y la Gestión de Desastres (NDRRMC).
Un total de 172 víctimas mortales se han registrado en la provincia de Bohol, donde se ubicó el epicentro del seísmo. Asimismo, de las 583 personas que resultaron heridas tras el terremoto, 489 son residentes de Bohol. Las nueve desparecidos también son de esta provincia.
En total, casi 3,5 millones de personas se han visto afectadas por el fuerte terremoto, de las cuales casi 380.000 se han visto desplazadas. Asimismo, más de 36.600 casas han sufrido daños estructurales totales o parciales
Según las estimaciones iniciales del Departamento de Obras Públicas y Carreteras (DPWH), los daños provocados por el seísmo alcanzan los 549,8 millones de pesos filipinos (más de 9,3 millones de euros), en una zona del país donde el turismo es el principal motor económico.
De acuerdo con el Instituto Vulcanológico y Sismológico de Filipinas, desde el terremoto se han producido más de 2.000 réplicas, lo que ha provocado varios deslizamientos de tierras en Cebú y Bohol.
Este hecho genera gran temor y preocupación entre los habitantes, que se niegan a regresar a sus viviendas, muchas de las cuales han resultado dañadas, y prefieren seguir durmiendo fuera pese a que este jueves ha comenzado a llover.
El terremoto causó grandes corrimientos de tierra y afectó a más de 130 colegios y 2.000 viviendas, destruyendo algunas por completo, junto con 34 puentes y más de una docena de carreteras principales.