Un atentado en Irak se cobra la vida de 45 personas y deja heridas a otras 80

Actualizado: jueves, 23 agosto 2007 2:01


BAGDAD, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

El atentado suicida con camión bomba perpetrado ayer contra una comisaría de policía en el norte de Irak ha dejado al menos 45 muertos y 80 heridos, según un nuevo balance ofrecido por las autoridades policiales y sanitarias.

El atentado ocurrido en una zona residencial de la ciudad de Beiji, 250 kilómetros (155 miles) al norte de Bagdad, se ha saldado hasta el momento con al menos 25 policías y 20 civiles muertos, y 57 civiles y 23 agentes heridos, según precisó una fuente policial.

Según relató un testigo, Jassim Saleh, de 41 años y residente de la zona a escasos metros donde se produjo el atentado, explicó que vio cómo un camión --cargado de explosivos-- que transportaba piedras embistió contra una comisaría de Policía. Otros testimonios aseguran que el camión iba cargado de combustible.

Por su parte, el general Kevin Bergner, portavoz del Ejército estadounidense en Bagdad, aseguró que todo apunta a que el atentado suicida ha sido cometido por la red terrorista Al Qaeda en Irak. "Parece que es algo consistente con los ataques relacionados con Al Qaeda", reconoció a la agencia AP.

Poco después, un terrorista suicida que conducía una motocicleta hizo estallar la carga explosiva que llevaba al aproximarse a un convoy de la Policía, formado por cuatro vehículos que estaban aparcados cerca de una tienda de verduras en la ciudad de Muqdadiya, ubicada unos 90 kilómetros al norte de Bagdad, matando a seis personas, incluidos dos policías, además de herir a otras 35 personas, según fuentes policiales.

Al menos otro agente de seguridad pereció por la explosión de una bomba de carretera contra una patrulla de Policía en el centro de la ciudad de Tikrit, ciudad natal del ex dictador Sadam Husein y localizada a 130 kilómetros al norte de Bagdad. Según las autoridades locales, otras tres personas resultaron heridas en la deflagración.

Por su parte, fuentes policiales iraquíes y líderes tribales informaron de un atentado suicida perpetrado con camión bomba contra un puesto de control conjunto de las fuerzas militares estadounidenses e iraquíes, próximo a la ciudad de Taji, en cuyas inmediaciones se encuentra una base aérea, 20 kilómetros al norte de Bagdad.

El Ejército militar estadounidense informó de que un puesto de la coalición en la localidad de Hor al Bashah fue atacado, pero declinó dar más información sobre las operaciones en curso, ni sobre si hubo víctimas ni heridos.

AL MENOS 15 BAJAS ESTADOUNIDENSES

Por otra parte, los 14 ocupantes de un helicóptero militar estadounidense fallecieron ayer al estrellarse el aparato de madrugada en la provincia de Tamim, en el norte de Irak, por causas que se están investigando, según informó el Ejército en un comunicado.

Los primeros indicios apuntan a que el helicóptero sufrió un problema mecánico y que no hay inicialmente pruebas que hagan pensar que el accidente ocurrió a causa de un ataque desde el suelo ni que fuera disparada la aeronave.

El helicóptero, modelo Black Hawk UH-60, formaba parte de una operación nocturna cuando se estrelló, junto a otra aeronave. Los cuatro miembros de la tripulación y los diez pasajeros que iban a bordo, soldados asignados a la Fuerza de Combate Relámpago, fallecieron en el siniestro, según el comunicado.

Éste ha sido el accidente de helicóptero más mortífero desde el pasado 20 de junio, cuando un Black Hawk se estrelló en la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad, y 12 soldados murieron. El Ejército informó que el aparato pudo ser bombardeado. El 26 de enero de 2005, 31 soldados perecieron en otro accidente aéreo, cuando un helicóptero de transporte Sea Stallion CH-53 cayó precipitadamente al suelo durante una tormenta de arena en el oeste de Irak.

Por otra parte, otro soldado norteamericano falleció ayer en una operación de combate en el oeste de Bagdad, en la que, según explicó el Ejército en otro comunicado separado, resultaron heridos otros tres de sus efectivos.

Con estas nuevas muertes se elevan a al menos 3.722 los militares estadounidenses fallecidos desde la invasión de Irak en marzo de 2003, según el recuento de la agencia AP.