SYDNEY 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
La primera ministra de Australia, Julia Gillard, ha expresado su "gratitud" a sus colegas del Partido Laborista por su "continuo apoyo" como su líder, después de celebrar una votación interna para decidir sobre la renovación de la cúpula dirigente.
"Quiero expresar mi gratitud a mis colegas por su continuo apoyo y lo recibo con profunda humildad y resolución", ha dicho en una breve comparecencia ante los medios de comunicación en la que no ha admitido preguntas.
Gillard ha aclarado que "nunca" ha buscado el poder "por interés personal, sino por el interés nacional" y ha reiterado que seguirá gobernando los próximos meses "con el mismo espíritu", según ha informado la cadena australiana ABC.
Además, ha considerado que, tras la votación interna, "el liderazgo del Partido Laborista ha quedado establecido de la forma más contundente posible", por lo que se ha mostrado satisfecha. "Todo ha acabado", ha celebrado.
Gillard ha sido ratificada como líder del Partido Laborista en una votación interna cuyo resultado era previsible porque minutos antes de que comenzara su principal contrincante, su antecesor en el cargo Kevin Rudd, ha anunciado que no concurriría.
"Siempre he dicho que solo consideraría la posibilidad de volver a ser el líder del Partido Laborista bajo ciertas circunstancias: que lo pida una abrumadora mayoría de la bancada laborista en el Parlamento y que el puesto esté vacante", ha recordado Rudd.
"Estoy aquí para informar de que esas circunstancias no se han, por tanto, me adhiero totalmente al compromiso que he asumido con mis colegas parlamentarios y con el pueblo australiano", ha anunciado, en una rueda de prensa.
De esta forma, Rudd ha rechazado la oferta formulada hace unas horas por el ministro de Desarrollo Regional, Simon Crean, que ha instado a Gillard a abrir un debate interno sobre el liderazgo del Partido Laborista y ha urgido al ex primer ministro a postularse.
Crean ha explicado que "no es algo personal, sino sobre el futuro del Partido Laborista y el futuro del país". "El Partido Laborista, a través del Gobierno, está viviendo una pesadilla y tenemos que hacer algo para superar la parálisis", ha argumentado.
Además, ha confiado en que este debate interno permitirá al Partido Laborista ganar las elecciones federales del 14 de septiembre. "La gente tiene que creer en nosotros y para ello debemos ser capaces de argumentar en una sola dirección", ha apuntado.
La crisis laborista ha llevado al líder del Partido Liberal, Tonny Abbott, a promover una cuestión de confianza contra el Gobierno, que finalmente no ha salido adelante porque no ha conseguido los sufragios necesarios en la votación previa.
Actualmente, el Partido Laborista ostenta una frágil mayoría en el Parlamento, de apenas un escaño, gracias al apoyo del grupo independiente y de Los Verdes.
Los últimos sondeos sobre intención de voto sugieren que los laboristas saldrán del Gobierno en las próximas elecciones federales, dando paso a los liberales.