DUBAI 5 Nov. (Reuters/EP) -
Arabia Saudí ha puesto en marcha una serie de redadas contra trabajadores inmigrantes ilegales, una medida a nivel nacional que tiene el objetivo de crear más empleo para los propios saudíes, según han informado este martes los medios saudíes.
Cientos de miles de trabajadores ya se han visto obligados a dejar el reino después de una prórroga de siete meses durante la que, según las autoridades, no fueron capaces de arreglar su situación legal. Sin documentación, las opciones de los inmigrantes eran entrar en prisión o abandonar el país.
El Gobierno espera que reduciendo el número de trabajadores ilegales pueda crear oportunidades para los saudíes que estén buscando empleo. La tasa oficial de desempleo en Arabia Saudí es del 12 por ciento, pero en estas cifras no se incluye el alto número de ciudadanos que no están en activo pero que tampoco están buscando un trabajo.
Sin embargo, la mayor parte de los nueve millones de extranjeros del reino son trabajadores no cualificados o empleados del hogar, empleos habitualmente rechazados por los propios saudíes.
"La campaña de seguridad ha comenzado con fuerza desde primera hora de la mañana (del lunes), cuando los inspectores entraron en acción", ha informado un portavoz de la Policía, Nawaz al Bouq, al diario 'Saudi Gazette'.
La Policía ha llevado a cabo varias redadas en negocios, mercados y zonas residenciales para atrapar a todos aquellos expatriados con visados sin validez porque no están trabajando para las empresas financiaron su entrada en el reino.
Durante este martes, el segundo día de las redadas, varias zonas de la capital, Riad, estaban inusualmente vacías ya que muchos inmigrantes han decidido quedarse en sus hogares para evitar un posible arresto.
MAYOR DESAFÍO
El aumento de empleos del sector privado en un país en el que la mayor parte de los saudíes trabajan en el público y donde los negocios emplean a más extranjeros que a locales es el mayor desafío del reino.
Al Bouq ha asegurado que al menos 1.899 trabajadores ilegales han sido arrestados en la ciudad portuaria de Jeddah. El diario saudí ha asegurado que al menos 2.200 personas han sido detenidas en la ciudad de Samta, otras 379 en la provincia Oriental, y varios cientos en otras ciudades.
En Jeddah, decenas de trabajadores de origen indonesio, en su mayor parte mujeres, han organizado una sentada para presionar a las autoridades y acelerar su deportación, según ha informado el diario 'Arab News'. Muchos trabajadores no pueden dejar el país debido a la falta de documentos oficiales, entre ellos el pasaporte.
Las remesas que los expatriados envían desde Arabia Saudí son, en muchas ocasiones, vitales para sus países, como Yemen, Etiopía, Filipinas, Indonesia, India, Pakistán o Egipto.
La expulsión masiva de trabajadores yemeníes de Arabia Saudí en 1990, como represalia al apoyo de Sanaa a Irak después de invadir Kuwait, contribuyó al colapso económico que aceleró la guerra civil de 1994.
Durante décadas, las autoridades saudíes han ignorado las irregularidades en materia laboral, como que las compañías no financiaran sus visados o que se encuentren en puestos diferentes a los que se mencionan en su documentación.
Esto ha provocado un fuerte mercado negro en el que los extranjeros han permanecido en el país más tiempo de lo permitido, aceptando trabajos ilegales o mal pagados en áreas donde deberían contratar a saudíes con altos sueldos.