MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Aviones de combate han bombardeado la zona desmilitarizada de Idlib, en el noroeste de Siria, por vez primera desde el acuerdo de seguridad de septiembre entre Rusia y Turquía en respuesta a un presunto ataque con gas de cloro lanzado por los rebeldes sirios contra poblaciones de Alepo, según ha acusado Damasco.
Los ataques de este domingo, de los que ha informado la red de activistas del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, han alcanzado los barrios occidentales de la ciudad de Alepo horas después de que el Gobierno sirio acusara a los rebeldes -- que niegan toda implicación -- del lanzamiento de varios proyectiles químicos precisamente desde esta zona desmilitarizada.
Los proyectiles impactaron en los barrios de Al Jalidiya y Al Nil de Alepo, según las informaciones de la agencia oficial de noticias siria, Sana. El número de heridos es ahora de 107, entre ellos mujeres y niños, según ha informado el Gobierno sirio.
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, dijo que un equipo de químicos militares rusos, emplazados en Siria, se trasladó a Alepo este domingo para observar la situación en la zona donde cayeron los proyectiles.
El Ministerio de Exteriores sirio ha exigido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que investigue el ataque y condene a sus responsables. Damasco ha acusado también a las potencias extranjeras.
"Ciertos países facilitan el acceso a sustancias químicas a los grupos terroristas para que las empleen contra el pueblo sirio con el objetivo de echar la culpa al Gobierno de Siria", según el Ministerio.
"El Gobierno de la República Árabe Siria llama al Consejo de Seguridad de la ONU a condenar fuertemente y sin dilación estos crímenes y a cumplir con sus obligaciones de garantizar la paz y la seguridad mundiales tomando unas medidas urgentes, disuasivas y punitivas contra los gobiernos y las organizaciones que apoyan a los terroristas y les prestan asistencia financiera", dice el comunicado.
